Tercer mundo: somos hipócritas hasta en las ayudas. Aunque sólo se refiere a la agricultura, este artículo es revelador. Las subvenciones a la agricultura europea ahogan la agricultura de los países realmente agrícolas, que son los del Tercer Mundo. Pero hay más, este artículo nos muestra cómo las llamadas ayudas al Tercer Mundo, tan cacareadas, son en buena parte subvenciones encubiertas a empresas nacionales de los propios países que las ofrecen. Un abrazo Zapatero tiene una buena oportunidad para demostrar que es posible predicar y dar trigo al mismo tiempo Carlos Sánchez Miércoles, 07 de diciembre de 2005 El presidente del Gobierno ha dicho que uno de los ejes de su política internacional es la lucha contra la pobreza. Hay que felicitarle por ello. La mayor pandemia de la Historia no es el sida, pese a sus trágicas cifras, sino la pobreza más absoluta que padecen 3.000 millones de personas. Casi la mitad del planeta sobrevive con menos de dos dólares al día. Zapatero –que forma parte de la llamada Alianza contra el Hambre- va a tener la próxima semana dos grandes oportunidades para demostrar que la miseria es un asunto prioritario de su agenda y no una mera cuestión de marketing político. Entre el 13 y el 18 de diciembre se celebrará en Hong Kong la VI Cumbre Ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC). Y en medio de esa semana, el Consejo Europeo de Bruselas intentará desbloquear el controvertido asunto del presupuesto comunitario para el periodo 2006-2013. Aunque formalmente ambas cumbres no tienen nada ver, lo cierto es que están estrechamente vinculadas a través de un vaso comunicante que se llama agricultura, la palabra maldita para los países ricos y la gran esperanza para las naciones pobres. Y por lo que ha transcendido antes de que den comienzos ambos cónclaves, nada indica que las cosas vayan a cambiar en la buena dirección. La presión de Francia, España y otros países que se aprovechan sobremanera de las subvenciones agrícolas ha echado por tierra las intenciones británicas de reabrir el paquete agrícola en el marco de un nuevo reparto de los fondos comunitarios. Una mala noticia para los países más necesitados. Es obvio que el actual sistema de subvenciones a la agricultura no es el único culpable de los problemas que asolan al Tercer Mundo. Como también es evidente que nadie quiere la ruina para la agricultura europea. Pero nadie discute a estas alturas de que estamos ante un problema de primera magnitud a través de tres mecanismos enormemente perversos. En primer lugar, el acceso a los mercados está prácticamente vetado por la existencia de altos aranceles y de contingentes que impiden la libre circulación de bienes agrícolas. En segundo lugar, las subvenciones a la exportación dilapidan cualquier competencia en el sector. Y en tercer lugar, las subvenciones interiores distorsionan los precios hasta límites insoportables para las naciones agrícolas. Tres problemas y ninguna solución. Pero lo más curioso es que gobiernos como el español no se cansan de repetir que las ayudas al Tercer Mundo no dejan de crecer año tras año, como de hecho así se manifiesta en los Presupuestos Generales del Estado. Se trata de una verdad a medias, que sin lugar a dudas son las peores de todas las mentiras. Los gobiernos saben que buena parte de las ayudas al desarrollo no son más que subvenciones encubiertas a las empresas nacionales para que puedan exportar. Intermon Oxfam ha calculado que por cada dólar que los países ricos envían a los más pobres en concepto de ayuda al desarrollo, éstos pierden dos dólares debido a las injustas reglas comerciales que impiden y frenan su expansión económica. Es decir, el problema es la falta de comercio, la ausencia de políticas decididas de desarme arancelario capaces de diseñar un nuevo reparto internacional del trabajo. Más justo y más equilibrado. Se ha estimado que si África, Asia y América Latina incrementasen tan sólo un 1% su participación en las exportaciones mundiales, 128 millones de personas podrían abandonar la pobreza. Así de claro. Tomado de www.elconfidencial.com
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