Muelas de los Caballeros - Zamora

Otra mala noticia para el mundo de la cultura: Eduardo Haro Tecglen permanece en coma. Su mujer está segura de que no lo superará.

De Eduardo diré que nunca estuve de acuerdo con él, sólo en ocasiones puntuales y siempre de manera lateral. No obstante, reconozco que su producción fue generosa, y que escribe (hoy aún) muy bien, de manera sintética y clara (ideal para mi gusto). Es de esos escritores con los que comería pocas veces, pero que uno respeta e incluso admira en la intimidad.

Ojalá que pudiera superarlo. Lo echaré de menos si muere.

Abrazos.

Por culpa de Eduardo Haro, empezaba la casa por el tejado, es decir, a leer antes que nada, su columna de la penúltima página, Visto y Oído. El País le había dejado un espacio, él se queja de insuficiente, junto a los programas de TV. Su Ínsula, su Res-Púplica. Pero mucha gente buscaba esa columna, como en las rebajas se busca alguna prenda noble que ya no interesa.
En mi modestísima opinión, Eduardo Haro es un hombre culto, una biblioteca pensante, actualizado con los tiempos que nos toca vivir, directo, espontáneo, fresco, mordiente y, lo más importante, sencillo. Ha estado al lado de la cultura, de todos los intelectuales liberales de este país, de los de dentro y de los que no les permitieron morir aquí.

En unas de sus últimas columnas escribió que “l´exprit c´est de gauche” Como se puede ver, las repúblicas no son lo que eran, porque les falta “L, Exprit”. Están la del Cavelliere y su primo Zumo Sol el Emperador, que nada tienen que ver con el sueño republicano de Haro. Este sabe que no hay arreglo, pero los idealistas, los hombres de gran corazón, no se rinden nunca.

Me consta que siente mucho dolor por las miserias que soportan los africanos y los centroamericanos,por las víctimas de las guerras, por las miserias del mar y de la selva, por las miserias del exterminio de animales, por la lluvia ácida. Siempre despotricaba en su columna, sin reparos, contra los causantes de este genocidio planetario. Por ese motivo, me ha entristecido tanto la noticia que nos da Agustín. Acto seguido, he visto que no está su columna y he sentido un inmenso vacío. Deseo que luche con el mismo vigor con la muerte que lo hace en su columna, y logre recuperarse.
Saludos.

Mi conocimiento de Haro Tecglen es sólo a través de algunos artículos en el País y de algunas entrevistas en la radio o en la televisón. Es decir, bastante escaso y somero, por lo que cualquier pronunciamiento podría ser temerario. Digamos que no es un escritor que me atraiga particularmente.

No obstante, conocía la noticia de su enfermedad, en la que su mujer manifestaba no tener muchas esperanzas en la recuperación. Dentro de la gravedad, deseo lo mejor para él.

Un abrazo

Finalmente Eduardo nos ha dejado. El se definía como raro, enamoradizo y rojo. Uno menos. Ya quizá no quede nadie que nos recuerde qué era eso de "la lucha de clases". Ahora es la lucha por ser competitivos, o sea que en lugar de despedirnos con 45 días de sueldo por año trabajado lo hagan con 32 días como está pidiendo la patronal y con un máximo de 24 mensualidades en lugar de las 42 actuales. Todo sea por los contratos de fomento estable del empleo que es una forma fina de llamar a los contratos basura y es que los sindicatos se quejan de vicio, hombre, que ya está bien de comer tres veces al día, haber si aprendemos de los chinos, porque si no habrá que llevarse las fábricas a Asia. En fin, que a partir de ahora, los de la competitividad insaciable lo tendrán un poco más fácil.