Expresiones de la cultura popular VI

Expresiones de la cultura popular VI

Nuevos dichos, coplas, canciones, adivinanzas, chismes y chascarrillos que han ido saliendo de los desvanes de la memoria, al rebufo de los anteriores, con los que siguen teniendo el denominador común de que se decían en Muelas y/o en la comarca, aunque algunos tengan un origen más lejano.

En cuanto a las canciones, he prescindido de la inmensa mayoría de las que se cantaban, puesto que, en general, eran bastante comunes en toda o en parte de España y suelen estar recogidas en documentos muy meticulosos, en algunos de los cuales se incluye incluso la música. Me he limitado a fragmentos de menor entidad o a letrillas que abundaban en una misma tonadilla, sonata o soniquete.

También he prescindido, por ahora, de aquellos dichos o expresiones que no tenían apenas implantación, y mucho menos arraigo, en Muelas o en los pueblos de su entorno, y que se han pegado a mí en lugares por los que he tenido que pasar o en los que me ha tocado vivir. Sí he incluido algunos que, a pesar de su procedencia dudosa o declaradamente foránea, tuvieron en el pueblo un determinado acomodo, a veces muy aceptable.

Un abrazo


Texto original

Eres un ingrato,
me dijiste que me amabas
y no me amas.
Te detesto.

Traducción

Eres un jato,
me dijiste que mamabas
y no mamas.
Te desteto.

José se llamaba el padre,
Josefa la mujer,
y un hijo que tenían
también se llamaba José.

La vaca de Eleuterio,
ha sido sorprendida en adulterio.
Por eso todas las vacas,
andaban con los toros a pedradas.

Una mujer y una burra,
apostaron a correr.
A correr gano la burra,
pero a burra la mujer.

Qué triste es cagar
sin tener en la mano un papel,
para limpiar
lo que queda pegado a la piel.

-Mira la luna
-Yo no la veo
-Mírala,
por allí va corriendo.

Oro parece,
plata no es
¿qué es?

Aunque la mona se vista de seda,
mona se queda.

-Madre, ¿tenéis sopas?
-No, hijo, no.
- Ahí a la puerta de la Ferrera
me daban unos desmayos que me caía.
Madre, ¿pero no tenéis sopas?
-Que no hijo, que no.
-Si este cuchillo no tuviera punta,
ahora mismo me clavaba.

¿Quieres sopas?
-Unas pocas
-Vete a por la cuchar
-Ya no quiero más.

El que come y canta
un sentido le falta.

Mujeres que no meais,
que no meais comprendido.
O la tengo que meter… toda,
toda la doctrina cristiana.

En una noche de invierno,
cuando más calentaba el sol,
una manada de cerdos
volaba de flor en flor.

Blanca por dentro,
verde por fuera,
si quieres que te lo diga espera.

Entre un clavel y una rosa,
su Majestad escoja.

Será una rosa,
será un clavel,
el mes de mayo
te lo diré.

Dos sardinas y media,
a real y medio
la sardina y media
¿Cuántos reales son?

-¿A cuánto paga usted la jornada?
-A cinco pesetas
- Pues ahí no me avengo, que me ha dicho mi padre
que a menos de dieciocho reales no vendimiara.

En mi vida había visto
lo que he visto hoy:
Tres conejos en un árbol
tocando el tambor.

En mi vida había visto
lo que he visto hoy:
Dos gallinas y una zorra
en conversación

Tres mujeres muy calladas
en una reunión.

Que sí, que no,
que sí lo he visto yo.
Tres mujeres muy calladas
en una reunión.

Que Dios te lo pague con un buen novio.
Y si ya lo tienes, con unos buenos cuernos.

¿Te acuerdas cuando íbanos y veníanos
las risas que pasábanos y traíanos?

Que le den, que le den
con el rabo de la sartén.
Que le vuelvan a dar
con el rabo de la cuchar.

Si mi gusto gustara
del gusto que gusta
su gusto de usted…
Pero es al revés,
que mi gusto no gusta
del gusto que gusta
su gusto de usted.

María Bulébrica
se cortó un débrico
con la cuchíbrica
del zapatébrico.
Y el zapatébrico
se lo curóbrico
con mantequíbrica
de lo mejóbrico.

Una vieja seca, seca,
seca, seca, se casó,
con un viejo seco, seco
y se secaron los dos.

Luna, lunera,
cascabelera,
debajo de la cama
tienes la cena.

Cómo llueve,
qué serenita cae la nieve,
el aire cierzo la detiene.

Con los dedos de la mano

Este fue por leña,
este la encendió,
este compró un huevo,
este lo frió,
y este, que no hizo nada,
se lo comió.

Colorín colorado,
este cuento se ha acabado

Adiós, que te vaya bien,
que te parta un rayo
que te pille un carro
y que te mate un tren.

Con las ruedas de papel.



Mariano Estrada www.mestrada.net Paisajes Literarios