Justel - Zamora

Lotería de Navidad

Queridos amigos:

JPM me escribe para decirme que no nos ha tocado la lotería, cosa que yo ya había “oído sin querer escuchando detrás de una puerta”. Y de paso me recuerda que tengo muy poco tino en el lance de la elección de los décimos (tal vez sea porque yo me decanto más por las décimas, que son hembras y no enteras), lo cual es verdad, ya que viviendo entre Alicante y Benidorm y llevando lotería de estas dos hermanas que no son de Sevilla, me veo en la tesitura de que no me ha tocado en ninguna. Bueno, sí, me tocó ir a comprarla y, por lo visto, lo hice en ese día tonto en que la lotería tiene la regla. ¡Puaff! “Mal hayan, amén, tus golpes”-le dijo el clavo al martillo. Ya ves, amigo Jota y sigue, que mis golpes no son de tanta suerte como los dados por Paul Newman and Robert Reford, loteros mayores de la industria del golpe americano, que está en Hollywood… ¿Do you los recuerdas? Espléndidos garvey, ya sabes.

¿La lotería? No quiso Dios que me tocara, ni tampoco el Diablo. El lotero mayor del reino la repartió por la parroquia colateral o colindante y no supo introducirme en el bombo de su madre bendita. Tú eres alteo, dijo, cuando en realidad soy villajoyoso. Y en todo caso, muelino, aunque no por nacencia, que yo nací en el portal de Justel, como sabe muy bien José Vicente / apaga y vente /que ve la gente / la luz del quinqué. El tal José Vicente, Pentes para el paisanaje, no pierde ocasión de recordármelo y me lleva bien la cuenta: “Marito, cabrón, tú naciste en Justel, no en Muelas, en Muelas sólo nacen los cocos, de ahí que las muelas puedan tenerse cocosas… Co-cosas del destino ¿No querrá usted decir gonococos? No, yo no gono nada, si acaso gono-rrea. “Maricón, no me líes, que tú naciste en Justel, en el barrio de arriba, cerca de las casotas y de la Forca y del camino que va hacia Perilla, donde crecen los pinos del monte, María del. Mi perilla, Pentes, crece debajo de los dientes, por donde volvemos a Muelas. Aquí me trajeron mis padres en un carro tirado por vacas… ¿Por qué? Por vacas “Álzales el rabo y bésales las cacas”

Pues eso, que no nos ha tocado la lotería…

-Ni puta falta que hace, chaval. A estas alturas, lo que yo quiero es que me toque una mujer
-Es que rifan mujeres? ¡Debe ser en el Riff
-No, en un Mercado Persa. El dueño de la zambra es un tal Ketelbey…
-Ah, pues menos mal que no es un Tal…Ibán
-Usted está tocado del ala
-Sí, del ala delta…

Un abrazo

Lotería de Navidad

Otra vez se nos ha quedado cara de tontos ¿Y no será de bobos solemnes? Tal vez, la lotería es ese juego de azar que siempre toca a otros, que luego salen saltanto en la televisión. O derramando champagne o lágrimas o risas o echando por la boca una palabrería chunga de solemnidad. ¿Y qué va a hacer usted con tantos millones? Tapar agujeros ¿De veras? ¿Y no se piensa dar una vuelta por el Caribe? Allí hay muchos gujeros para tapar.Como en todas partes, amigo, como en todas partes...

Para la mayoría de los españoles, la lotería de Navidad es una ilusión muy grande, muy grande, pero muy poco fundamentada, porque lo normal es salir con el rabo entre las piernas ¿O es que no lo sabemos? Y ocurre lo que ocurre, claro, que acaba siendo un acto de obligada resignación, y también un deseo desesperado e inútil de recuperar el tesoro perdido... ¿No tienes ni un mal reintegro? Y encima está esa gente de la televisión que viene a recordarte entre espumas de borrachera predecible que tus deudas siguen ahí, un año más, clavadas en una economía agobiada por las hipotecas ¿Quién hablaba de ir al Caribe? Ya veremos si me da para ir con los niños a Terra Mítica...¿Qué hacemos con esa terra, gerentes míos? Esa terra se aplana, Saplana, Don Eduardo…”Usted primero” “¡Oh, nunca, nunca, nunca! Usted delante”.

Feliz Navidad

Mariano Estrada www.mestrada.net Paisajes Literarios
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