Castroverde de Campos - Zamora

La polémica cacería de elefantes protagonizada por el Rey Juan Carlos I que hemos conocido a causa de su operación de cadera ha hecho estallar una crisis en la Casa Real que ni el caso Urdangarín había conseguido detonar. Con casi todos los medios de comunicación criticando sin tapujos la actitud del monarca, muchos son los que empiezan a tirar del hilo de las aficiones del Rey y sus consecuencias.

El nombre de la princesa Corinna zu Sayn-Wittgenstein, de 46 años, ha venido sonando en círculos madrileños durante los últimos meses como una "amiga íntima" del Rey. Este sábado su nombre volvió a aparecer como la organizadora de la cacería que había llevado al Rey, junto a un grupo de empresarios, a Botswana.

Hoy, el que fuera director del diario monárquico ABC, José Antonio Zarzalejos, publica un duro artículo en El Confidencial en el que asegura que el Rey mantiene una relación con Corinna zu Sayn-Wittgenstein. "Su estrecha e íntima amistad ha dejado de constituir un rumor para convertirse en una certeza, hasta el punto de que existe ya documentación acreditativa de que acompaña a Don Juan Carlos en viajes al extranjero y asume funciones de representación oficiosas", asegura Zarzalejos.


"El matrimonio del Rey con la Reina Sofía ha fracasado"

Zarzalejos cuenta que "Don Juan Carlos se encuentra abrumado por los problemas familiares", en referencia no sólo al matrimonio con los Duques de Palma, también con su propia esposa, de la que asegura "vive prácticamente separado".




El Rey Juan Carlos I cazando elefantes en Bostwana
Un hecho que explicaría que la Reina Sofía se marchara a Grecia este fin de semana a celebrar la Pascua junto a su familia y no tenga previsto regresar hasta el lunes pese a la operación del Rey. El periodista afirma que la Reina "se ausenta habitualmente de España para trasladarse a Londres donde 'se encuentra a gusto con su hermano Constantino y sus sobrinos'". Zarzalejos añade que "Don Juan Carlos atribuye a su esposa buena parte de la responsabilidad en los 'matrimonios poco idóneos' de sus hijos".


Corinna zu Sayn-Wittgenstein, la amiga del Rey

A mediados de febrero, el diario El Pulso publicaba una información en la que aseguraba que durante la famosa comida que el Rey celebró ese mes con sus hijos en solitario, sin la asistencia de la Reina ni de las parejas de sus vástagos, el Monarca les explicó la "especial amistad" que tenía con Corinna y la importancia de aquella mujer en su vida.

La Casa Real desmintió que ése fuera el motivo de esta extraña comida, aunque el nombre de Corinna regresó de actualidad esta semana antes de la caída. Fue el jueves, cuando se publicó que la princesa alemana había negociado en nombre del Rey con un millonario saudí, algo de lo que Casa Real tampoco "tenía constancia".

La vida privada del Rey, al igual que su estado salud, han sido tabú para la práctica totalidad de los medios de comunicación españoles, que no se han atrevido a especular sobre las intimidades de Zarzuela... hasta ahora.

Ja, ja, Ja. El Rey dice que lo siente, que no volverá a pasar. Yo creo que lo que no va a volver a pasar es que le pillen. Y es que la cabra siempre tira al monte. Y Corinna está muy buena.

Y que mas nos da a nosotros, donde moja el churro el rey.
Que por otra parte, no creo que este para muchos trotes en ese sentido.
A mi me preocupa mas el espolio que han hecho los politicos de las arcas de España, que ahora tenemos que pagar entre todos a escote.
Bueno unos mas que otros.

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El sábado dejé de ser Juancarlista, el miercoles volví a serlo, pero pongo a la Monarquía en periodo de prueba.
Creo que la Monarquía española ha sido positiva para España en estos últimos trainta y tantos años, pero debe ser y parecer cristalina como el agua clara. No debe contagiarse del sistema permisivo/opaco que padecemos.Es el único resolte para la unidad de España en la que yo creo. Si España se desmembra volveríamos a padecer una crisis existencial como la que se vivió al perder Cuba y las Filipinas. Sería peor incluso que la actual crisis económica.
Al disculparse el rey ha demostrado más categoría y honor que la mayoría de los politicos que nos gobiernan (Y no me refiero sólo a los del PP.).

"El perdón cae como lluvia suave desde el cielo a la tierra. Es dos veces bendito; bendice al que lo da y al que lo recibe."
"William Shakespeare"
Saludos Eco.

Qué mal día escogió el Rey
-de esta España prisionera
del mal de Merkel que espera
hacer del déficit ley-
para anunciarle a la grey
que se rompió una cadera.

Fue un desliz spottornante
ir de safari a Botswana
a vaciar su canana
contra un inerme elefante;
cuando ésta España, delante
de sus ojos se desgrana.

Un safari es vicio caro
no exento de despilfarro
como tiro a bocajarro
sobre un español en paro
pieza, del impuesto avaro,
de los amos del cotarro.

Negra y maldita semana
de apuntes para un refrán,
ya que el lunes fue Froilán
quien esa misma mañana
hizo de su pie diana
con impasible ademán.

Que un treinta y seis no es calibre
para un treceañero infante
contra una ley que es tajante
para que nadie se libre.
Que el dolor que le equilibre
le duela a su convocante.

La República, por cuanto,
ríe de satisfacción.
No imaginó situación
para reír tanto y tanto:
La Monarquía en quebranto
gravoso y sin ton ni son.

Y el año da en folletín
de tan horrible y plomizo,
que aún Borbón advenedizo
creyó en Noos Urdangarín.
La ristra no tiene fin.
¡Hasta el próximo chorizo

No había precedentes en sus algo más de 36 años de reinado. Juan Carlos I pidió ayer perdón. Al abandonar el hospital de Madrid en el que cuatro días atrás fue operado de la cadera, dijo: "Lo siento mucho. Me he equivocado. No volverá a ocurrir". En medio de la grave crisis que atraviesa España, inmersa en un proceso de duros recortes aprobados por el gobierno de Mariano Rajoy, y con una nueva ofensiva de los mercados contra el país, su viaje de caza a Botsuana desencadenó una tormenta de críticas contra el rey de una dimensión desconocida hasta ahora. Fue una gota que a punto estuvo de colmar un vaso que se ha ido llenando en los últimos tiempos. Y con su petición de perdón, el monarca quiso parar el agua antes de que se derramase.

Juan Carlos, de 74 años, ha sido hasta ahora ensalzado mayoritariamente por los españoles. Si bien es cierto que desde que en 1975 se convirtió en jefe de Estado, tras la muerte del dictador Francisco Franco, también ha recibido críticas y ataques puntuales de determinados sectores. Pero hasta ahora existía un «statu quo» que no se había quebrado. Se asumía que su comportamiento era ejemplar. Que el monarca se rompiera la cadera en Botsuana destapó un desafortunado viaje de caza al país africano, al parecer pagado por un empresario saudita.

El dato de lo que cuestan las cacerías como la que hizo en Botsuana —al menos 20.000 euros por elefante muerto— y la publicación de fotos del monarca de safaris anteriores con un paquidermo abatido a sus espaldas escandalizaron a los españoles. El rey dio un mal ejemplo con su cara y cuestionable afición, sobre todo en los tiempos que corren. En esta ocasión, las críticas políticas llegaron de todos los partidos, excepto del gobernante Partido Popular de Rajoy, que junto al Ejecutivo ha tratado de frenar la andanada contra el rey recordando su papel facilitador de la transición democrática.

La amiga alemana. La familia real ha estado en la picota muchas veces. La ruptura paulatina del tabú informativo y mediático que sobre la casa real regía en el país desde la transición democrática ha llevado incluso a que medios digitales hablen sin tapujos de una presunta "amiga" del monarca, la princesa alemana Corinna zu Sayn-Wittgenstein, quien habría participado en el polémico viaje a Botsuana. Los diarios españoles no abordan abiertamente el tema, pero alguno hizo elegantes insinuaciones aludiendo a las desavenencias familiares.

En los últimos tiempos, la Casa del Rey se ha visto obligada a dar pasos hacia la transparencia. El escándalo en torno a Iñaki Urdangarín —el marido de la infanta Cristina, la hija mediana del rey, imputado en un caso de corrupción y apartado de los actos oficiales—, llevó al Palacio de la Zarzuela a tomar a fin de 2011 una decisión que muchos llevaban tiempo reclamando. Por primera vez en la historia de la monarquía española, el rey publicó cómo reparte el dinero que recibe de los presupuestos del Estado y que, según establece la Constitución, distribuye libremente en su familia. Era una forma de apartarse de los negocios turbios de su yerno.

Ayer, el paso fue mucho mayor. El rey pidió perdón, intentado reducir la brecha que lo separa de una ciudadanía y de una clase política que antaño fueron mayoritariamente firmes defensoras del monarca. Siempre se dijo que España no es monárquica, sino "juancarlista". Pero esta afirmación parece ahora en proceso de cuestionamiento. En la última década, la alta valoración de la monarquía entre los españoles comenzó a bajar, según reflejan encuestas. Y en algunos medios incluso se abrió el debate sobre la conveniencia de una posible abdicación.

Caso cerrado
La Justicia archivó ayer el proceso contra Jaime de Marichalar, ex marido de la infanta Elena, después de que su hijo mayor, Felipe Froilán, de 13 años, se disparara accidentalmente en un pie con una escopeta. La polémica estalló dado que el reglamento de armas prohíbe su uso a menores de 14 años.

Borrado por su Autor.

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Crónica de Pilar Eyre

El Rey ha antepuesto los intereses del Estado a sus intereses personales. Según señala Pilar Eyre en 'La Otra Crónica' de 'El Mundo', Corinna zu Sayn-Wittgenstein, la mujer que organizó la polémica cacería de Botsuana, ha roto su estrechísima amistad con don Juan Carlos y ha dejado España para refugiarse del acoso mediático en Mónaco, donde podrá seguir ejerciendo su labor de relaciones públicas con las altas esferas.



"Corinna c'est fini", sentencia Eyre. La periodista, que conoce todos los entresijos de la Casa Real, afirma en su artículo: "A la princesa alemana ya no se la va a ver por España, se ha trasladado definitivamente a su residencia en Montecarlo y ha cortado con sus lazos anteriores. Totalmente. Adiós. Como prueba de independencia ha puesto sus asuntos en manos del llamado terror de los paparazzi, el prestigioso abogado de Hamburgo Matthias Prinz que representa a la princesa Carolina de Mónaco ante los tribunales europeos".

Corinna se ha convertido en el caballo de Troya de Zarzuela. Ríos de tinta han corrido sobre la supuesta relación entre la rubia y nuestro monarca, hecho que el diario alemán 'Bild' tildó de "romance", desatando la furia de la aludida.

Los Reyes no celebrarán sus Bodas de Oro



El Rey se niega a que este escándalo, que coincide con su 50 aniversario de bodas, le pase factura. Al parecer, espetó a sus más íntimos: "España está por encima de todo". Pese a las especulaciones de la prensa, se muestra "sereno" y está siguiendo las recomendaciones de su nuevo hombre de confianza, el diplomático Rafael Spottorno, que está fraguando según muchos una operación de marketing para que sigamos viendo al jefe de Estado como un hombre campechano y comprometido.

Sea como fuere, don Juan Carlos no quiere montar paripés. No celebrará sus Bodas de Oro y algunos expertos, como Jaime Peñafiel, creen que debería divorciarse para evitar más situaciones tensas.

Por su parte, Eyre asegura que el amor entre el Rey y la Reina es "inexistente". Según ella, el monarca considera que los Príncipes de Asturias no están preparados para ascender al trono y, para colmo, la hermanísima, Telma Ortiz, está dañando seriamente su popularidad por sus continuos enfrentamientos con los paparazzi.

Pilar Eyre publicó recientemente el libro 'La soledad de la Reina', editado por La Esfera de los Libros, que sacaba a la luz los trapos sucios de la Corona y hacía hincapié en el carácter adúltero del Rey. Cada vez que empuña su afilada pluma no se deja nada en el tintero y tiemblan los cimientos de Zarzuela.

¿Pensáis que Corinna ha sufrido presiones para dejar España? ¿Debería ser la prensa menos tibia a la hora de hablar de los supuestos escarceos del Rey?

Pues, Marcelo, te dará igual a ti, porque cuando con quién o dónde moja el churro el rey está pagado con dinero de todos los contribuyentes por supuesto que me importa. Me importa que este señor se aproveche de la simpatía que le tiene la gente para hacer lo que le dé la gana y que le financiemos sus vicios, me importa que se lleve a su amiguita a viajes oficiales con aviones y escoltas del estado pagados con dinero de todos, me importa qua haya una señorita por ahí negociando con los jeques en nombre del rey de España sin que sepamos que nos está representando, me importa que en el S.XXI siga habiendo censura con respecto a la Casa Real como si estuviéramos en las monaraquías medievales... Sí señor, lo siento pero me importa, con su vida privada que haga lo que quiera, pero con el dinero y los recursos públicos que se limite a acciones oficiales, no a financiarse sus aventuras personales, que bastante le pagamos ya como para encima correr también con esos gastos.

Señor no registrado, veo que Ud. como algunos falsos progres esta azuzando con historias que dichas mil veces parecen verdad.
Yo creo que esta Ud. Bien informado, pero si no es así le comentare algunas cosas que pienso Ud. no ignora.
El viaje del Rey no es un viaje oficial, es una invitación de un Jeque árabe, casualmente el mismo Jeque Árabe que intermedió para que una empresa Española consiguiera el mayor contrato en el Exterior que una empresa Española haya conseguido nunca, el ave a la Meca.
Por lo tanto no es un viaje del todo privado, quizás tampoco oficial, pero ese detalle que le digo es cuanto menos bastante significativo.
A mí personalmente que los cargos se hereden hoy día, no me parece normal ni lógico, en los años que vivimos, pero tengo que reconocer que el rey actual cuanto menos merece mi respeto, sobre todo por la forma que hizo transición Española y la fuerza que tiene como Embajador de
nuestro país, solo por eso se tiene desde mi punto de vista ganadas varias cacerías donde quiera.
En los temas privados y personales pienso que ni Ud. ni yo ni nadie debe juzgarle, como no quisiéramos que alguien juzgase los nuestros.
Y si moja el churro por ahí, que le aproveche.
Y si es verdad, que a su edad moja el churro, lo que tenemos es envidia cochina.

UN SALUDO

Señor Marcelo,

Veo que utiliza usted el calificativo "progre" con sentido despectivo, lo cual ya dice mucho de su punto de vista.

Creo que nadie ha dicho que se estuviera refiriendo al viaje a Botswana en concreto, porque usted y yo (y todo el que quiera saberlo de verdad) sabemos que el rey ha realizado muchos más viajes a países especialmente árabes en los que ha llevado como acompañante a su amiga Corina, y algunos de ellos de carácter oficial y pagados con dinero del estado español (por supuesto, en esos viajes Corina no figuraba como su acompañante oficial, pero estaba en ellos, y repito, pagándolo con nuestro dinero) Del mismo modo, varios de esos contratos que se han fraguado con jeques árabes han sido negociados a través de esa señorita, que ha servido de enlace entre ellos y el rey de España, debido al conocimiento y los contactos que esta señorita tiene con el mundo árabe.

Por supuesto que nadie entra a valorar la vida privada de D. Juan Carlos, que es de carácter privado, pero (y puede usted negarlo cuanto quiera) ha estado llevando una acompañante personal a los viajes financiados con dinero público y sirviéndose de su amistad personal para que ella negociara en nombre suyo con determinados sectores, y no deja de sorprenderme que una señora que no tiene ninguna relación ofical con España se permita el lujo de representarnos en negociaciones de esas magnitudes sólo porque el rey tenga una especial "amistad" con ella y le ceda esos privilegios...

Sr. Marcelo y Zagalazamorana.

¿ Que es hoy ser progre?

Por definición, el progresista defiende una opción política y sigue un determinado estilo de vida.Sin embargo, hoy en día esta etiqueta es cada vez más confusa y contradictoria. ¿ Que quiere decir en la actualidad ¿ Ir de progre?


Os acordais? Se les podía reconocer con cierta facilidad, por su pelo largo, su americana de pana y su barba (estos dos últimos aspectos en el caso de los hombres, claro), y, en caso de requerirlas, sus gafas redondas. Sus gustos musicales –cantautores de canción protesta o determinado tipo de rock—y sus lecturas o su cine basado en películas comprometidas con temas de denuncia social los hacían también fácilmente identificables. Y, por encima de todo, lo que los hacía inconfundibles eran sus aspiraciones políticas en un momento en que lo que se llevaba… eran las aspiraciones políticas.

Eran lo que llamaríamos hoy una tribu urbana: los progres. Surgieron en los últimos años del franquismo y los primeros de la transición. Para los que no vivieran aquellos años o para quienes hayan olvidado su existencia, se trataba de personas pertenecientes a familias de clase media o media alta, de izquierdas (o de ultraizquierda según el caso), con inquietudes intelectuales, reivindicaciones de clase (obrera, aunque eso no siempre encajase con su declaración de la renta), y en sintonía, (con menor o mayor conocimiento de causa) con el Mayo francés. Ser progre era lo más in, aunque esto supusiera tener como ídolos unas figuras discutidas como el Che, Fidel Castro o Salvador Allende. En esa época una generación joven pasó a asumir un protagonismo inesperado en nuestro país, ya que con la transición se prejubiló la anterior vinculada al régimen. La lista de los adeptos era larga, muy larga.

Su enemigo, en aquel entonces, era claro: la derecha pura y dura, la dictadura y el imperalismo estadounidense (económico y militar). Les gustaban las tertulias en bares más o menos clandestinos, soñaban con un mundo mejor. De hecho, soñaban con cambiar el mundo en que vivían. ¿Qué queda hoy de los progres? ¿Aún hay personas que se pueden denominar así? Si los hay, ¿son los antiguos o son sus herederos? Y lo más importante, ¿qué quiere decir hoy ser progre?

El tiempo ha pasado y las ideas que se defendían en los albores de la transición española hoy en día han quedado desfasadas. Por ejemplo, los progres españoles de la época no querían casarse, defendían el sexo libre e impulsaron el divorcio. Por lo que se refiere a ese aspecto, su lucha ha terminado. Ahora el conjunto de la sociedad tiene asumidos estos valores como normales. Ya no es necesario, como entonces, predicar un cambio de modelo porque gran parte de este cambio... ya se ha producido.

Al mismo tiempo, el bienestar económico se ha instalado y la democracia se ha consolidado. El comunismo ha dejado de ser un referente y un objetivo que alcanzar.

“Los progres de entonces creían que el mundo en el que vivían podía transformarse. Creían que había una alternativa. Hoy, después de la caída del Muro, esta connotación del progresismo se ha esfumado. Como diría Fuyukama, estamos en el fin de la historia. El modelo progresista no ha tenido más remedio que evolucionar hacia un reformismo de corte ecologista. Ahora no se trata de luchar contra el capitalismo, sino, como mucho, de defenderse de él, de resistir”, apunta Manuel Cruz, catedrático de Filosofía Contemporánea en la Universidad de Barcelona.

Como resultado de esta evolución, el ciudadano progresista hoy se ha quedado descolocado y un poco huérfano. “Yo también me defino progre… pero ahora tampoco sé muy bien qué quiere decir esta palabra. Mis hijas me dicen: ‘Para ser progre eres demasiado a la antigua: ¡no consumes!’”, bromea el reputado sociólogo de la Universidad de Navarra Mario Gaviria, 72 años. Según Rafael Díaz Salazar, profesor de sociología de la Universidad Complutense de Madrid, “el progre tiene un componente narcisista. En el fondo, nunca ha sido vinculado a la izquierda más militante y ahora se ha convertido en un pequeño burgués. En el mundo de hoy, es una categoría que se está quedando obsoleta”, advierte.

Primera conclusión: el progre, o, mejor dicho, aquel progre de chaqueta de pana, se ha extinguido o ha caducado debido al paso del tiempo. Nació en unas circunstancias sociales muy peculiares y, tal vez, irrepetibles.

¿Su antigua ideología permanece hoy en otras formas o en otros grupos sociales? En parte sí. Aquel espíritu reivindicativo, por muy ingenuo que fuera, ahora se ha impregnado de nuevas esencias y programas. “Si el hecho de ser progre fuese una simple moda, entonces los progresistas podrían desparecer. Pero yo creo que ser progresista todavía tiene un contenido político concreto: respuesta ante las injusticias y desigualdades que no paran de aumentar en la sociedad y en la lucha contra la precariedad”, sostiene Cruz. “El auténtico progresista defiende las pensiones públicas frente a fondos de pensiones, el seguro por desempleo en lugar de cursillos de formación, la sanidad pública en lugar de la mutua, la educación pública en lugar de los colegios privados”, añade.

“Digamos que hasta el telón de acero existía una versión progresista basada en la Unión Soviética. Ahora, si tuviéramos que hacer realidad esta utopía, la encontraríamos en las socialdemocracias nórdicas: típico de las sociedades protestantes. El progre a la vikinga, para entendernos. Y esto se caracteriza por la igualdad de la mujer, pacifismo y calidad de la educación pública”, dice Gaviria. En su opinión, “hoy en día el progre es quien defiende el Estado. Su lema es libertad, igualdad y seguridad social. El auténtico progre es quien paga sus impuestos sin rechistar para exigir que los servicios públicos sean de calidad. No quiere menos Estado, como los liberales, sino un Estado que funcione”.

A su vez, los jóvenes han tomado las riendas de las antiguas batallas de sus padres. Si bien los hijos de los progres de antaño no parecen defender las mismas ideas que la generación anterior, han heredado el mismo espíritu crítico. En el fondo, los miembros de movimientos de protesta, antisistema o antiglobalización, como sus papás, aspiran a mejorar la sociedad en la que viven. Lo que ocurre es que utilizan plataformas distintas. Han sustituido la lucha política, la militancia en los partidos y la propaganda por otros movimientos. Mientras los progres de la transición concebían la política como una forma de resistencia y de libertad, ahora los colectivos juveniles optan por lanzar convocatorias a través de SMS y a montar las concentraciones mediante páginas web. La política tradicional está fuera de sus intereses y la creciente abstención es prueba de su desencanto. “A los jóvenes de ahora no les interesa la política de los partidos, que con su estructura y burocracia son entidades cerradas. Se sienten más satisfechos y encuentran más gratificaciones en otro tipo de plataformas, como las ONG, las redes sociales, donde creen que su acción acaba siendo más efectiva”, indica Julián Santamaría, profesor de Ciencia Política de la Universidad Complutense de Madrid y presidente del Instituto Noxa Consulting.

Segunda conclusión: las nuevas generaciones se parecen poco al progre de la transición. Aunque puedan haber heredado su antiguo espíritu de lucha, sus reivindaciones ahora se centran en otros temas, como el ecologismo, la igualdad, el pacifismo –esencias del nuevo progresismo– y se llevan a cabo a través de plataformas muy diferentes, más espontáneas y menos organizadas.

Queda un último aspecto por resolver. ¿Qué papel desempeñan hoy los progres de hace casi cuarenta años? ¿Qué ha sido de ellos? Los protagonistas de aquella etapa han tenido que adaptarse a un nuevo contexto y algunos de ellos no lo han tenido fácil. Su influencia en la sociedad ha ido de más a menos. Después de ver como el mundo cambiaba a su alrededor, el progre ha tenido que enfrentarse a la contradicción intrínseca entre su ideario político y su tipo de vida. Era un proceso ya visible en los años setenta y ahora posiblemente lo sea más.

Algún ejemplo: ¿se puede defender que hay cambio climático y circular con un coche de gran cilindrada? ¿Predicar la sociedad multiétnica y prohibir el burka? ¿Apoyar las bodas homosexuales y enviar a los hijos a un colegio religioso? ¿Movilizarse en contra de la energía nuclear y pedir ayudas a la industria automovilística? ¿Defender la seguridad social y especular en bolsa? ¿Luchar a favor del divorcio exprés y pedir subvenciones públicas a la familia?

Estas paradojas han alimentado la conocida (y controvertida) figura del llamado pijo progre o, como dicen los franceses, del bobó (burgués y bohemio, –según terminología de David Brook–) o, en el idioma anglosajón radical chic (según una expresión creada por el escritor Tom Wolfe). La palabra progre ha pasado a tener una connotación casi despectiva. Estas contradicciones (de la llamada gauche caviar) han inspirado incluso un género literario basado más en la sátira social que en el pensamiento político. En Mester de Progresía (Ed. Almuzara), Francisco Robles escribe con cierto sarcasmo: “Ahora es más progre un tapiz étnico comprado en algún mercadillo peruano que un grabado neoyorquino, la decoración minimalista que el entramado barroquizante, una maceta de marihuana que un arriate de geranios”.

En Cómo convertirse en un icono progre (Ed. Libroslibres), Pablo Molina, con mucho sentido del humor, carga contra las figuras más mediáticas del progresismo a nivel mundial. Molina cita, por ejemplo, el caso de los músicos irlandeses de U2. “El grupo de Bono, conocido entre otras cosas por sus continuos alegatos a favor de la redistribución de la riqueza planetaria, ha trasladado su residencia a los Países Bajos desde su Irlanda natal, con el fin de disfrutar de un régimen fiscal más liviano”. Según Molina, la antigua lucha contra de las desigualdades sociales tampoco parece ser muy creíble, cuando entre sus inspiradores destaca el director de cine Michael Moore, “quien a pesar de vivir en un apartamento lujoso de Manhattan y llevar un tren de vida propio de un millonario, habla incesantemente en nombre de la clase trabajadora”.

El profesor Manuel Cruz, no obstante, rompe una lanza a favor de los viejos progres (que, como los rockeros, en el fondo, nunca mueren). “Siempre ha habido ciertos sectores de la población que, en contra de su origen social, por razones ideales o simplemente de estética, han apoyado ideas que no pertenecían a su ambiente. Si todos tuviésemos que comportarnos en función de nuestra casta social, sería un poco una esclavitud”, apunta.

No hay que olvidar que en el otro frente ideológico y político, los conservadores, también existen contradicciones: los que van a misa y se divorcian, los liberales que predican menos Estado pero que no renuncian a las subvenciones… En este sentido, Francisco Robles en su libro deja abierto un matiz: “Si existe un catálogo de progres, ¿por qué no abordar en un futuro próximo el mester de pijería? El tiempo, que todo lo cura y todo lo mata, pondrá a cada progre en su sitio. Y a cada pijo también”.

Llegamos así a la tercera y última conclusión: aunque haya sido ridiculizado por ciertos sectores, el auténtico progre fue un reflejo de la época convulsa que le tocó vivir. Aunque hoy parezca contradictoria, su forma de pensar no fue (y no es) mucho más incoherente que la de la mayoría de los seres humanos. Por progresistas o conservadores que sean.

Creo que Ud. no ha interpretado bien lo que he dicho, como es normal cuando no se tienen
argumentos, no le he pedido que me haga una definición de progre, todos sabemos lo que quiere decir.
Hoy en día un progre es Ramoncin, Bardem, Sabina, y otro sinfín de cobradores de subvenciones y de estómagos agradecidos, que esos si nos han costado mucho dinero, que cobraban en subvenciones y al contado, por el apoyo incondicional que dieron al nefasto y pasado gobierno, que nos metió en la ruina más grande que haya podido sufrir este país.
Estos señores que tienen las cuentas corrientes muy saneadas luego van de obreros y de salvapatrias intentando dar ejemplo a los demás, cuando en realidad se esconde detrás de esa fachada gente cínica y aprovechada.
Una vez dicho esto y aclarando lo que desde mi punto de vista es hoy en dia un progre.
Le cuento, hoy el Rey está en el funeral del Rey de Arabia Saudí y en su cartera lleva conseguir un contrato en pugna con Alemania entre otros por valor de entre 3.000 y 10.000 millones de euros, para vender en ese país tanques leopard.
Sé que me va a decir que España no debería vender armas a países no democráticos y peligrosos, (eso siempre estuvo en el discurso de los progres) y además creo que es verdad y le daría la razón, si no fuera porque España en la época de Zapatero vendió armas a todo bicho viviente entre otros al Señor Hugo Chávez un ejemplo de demócrata y hombre de paz.
Creo que hago mal contestándole y entrar en esta conversación, solo le diré que lo único que pretendo es exponer mi punto de vista.

Sr. Marcelo sin más comentarios...

El problema es que su punto de vista da por sentado el de los demás y nada más lejos de la realidad. Esa palabra que usted usa en tono despectivo "progre" no es más que una manipulación intencionada de la palabra "progresista", que no tiene por qué relacionarse con ninguna clase de aprovechados como los que usted ha presentado.

Da por suspuesto que yo le vaya a decir que España no debería vender armas a países no democráticos y peligrosos y me dice literalmente que "creo que es verdad y le daría la razón, si no fuera porque España en la época de Zapatero vendió armas a todo bicho viviente" es decir, ¿que si con el señor Zapatero se realizaron esas ventas eso ya justifica que ahora también se hagan? ¿que unos lo hagan mal justifica que otros lo sigan haciendo igual de mal? Con esos argumentos mal vamos... la venta de armas a países no democráticos y potencialmente peligrosos será igual de descalificable con unos que con otros ¿o es que hay diferentes raseros dependiendo de quién lo haga? Por lo visto eso es lo que usted presupone de mí, pero me da la impresión de que eso se acerca más a su realidad que a la mía, es usted el que justifica esa acción en virtud de lo que hicieron los dirigentes anteriores, no yo.

Quiza mi problema es que vivo en el mundo real, duro , triste, incomodo, pero real.
Yo no venderia armas a nadie, me parece algo aberrante, pero si dejamos de hacerlo nosotros habra un monton de buitres haciendolo y nuestra economía no esta para despreciar nada.
Es mas, si por mi fuera prohibiria la venta de armas en todo el mundo, ¿se imagina Ud. un mundo sin armas? donde la palabra y la razon fueran los únicos argumentos.
Donde la única pugna entre estados fuera el deporte, las artes el conocimiento y la investigación.
Soy consciente que estoy describiendo el edén, una utopía, y los humanos debemos luchar para conseguir que las utopías se conviertan en realidad, mientras tanto debemos sobrevivvir en este mundo que nos ha tocado vivir.
Espero que nadie se sinenta ofendido con mis comentarios, al menos no es mi intención.