Castroverde de Campos - Zamora

DE PSIQUIATRA

Este país está de psiquiatra.
Ante el desempleo abrumador, la crisis económica, la institucional, etc, etc, responde con el autismo más demoledor, a la vez que muestra síntomas cada vez más evidentes de un masoquismo crónico. Disfruta con el castigo, e ignora la realidad más cruda, escondiendo cobardemente la cabeza como el avestruz.
En este país, en el que funcionan de maravilla, los “reality shows”, las “belensteban” y el despellejo de la “folclorpantoja” de tuno, no se atisba un ápice de crítica de la sociedad civil al margen de los institucionalizados y paniaguados estamentos que todos conocemos. Ellos son instrumentalizados desde el poder, y no ejercen con plenitud las funciones de denuncia y reivindicativas para las que fueron creados.
Este país, que cuando algunos quieren, lo ponen patas arriba. Recordemos hace 8 años la plataforma “Nunca Máis” y el naufragio del Mar egeo. También la campaña contra Aznar y la guerra de Irak y el antidemocrático cerco a algunas sedes del PP en la noche previa a las elecciones generales del año 2004. Todos estos colectivos, aparecen ahora callados y tragando los sapos que alimentaron. Veremos los de la ceja si ante el recorte de subvenciones que se prevé para el cine, siguen calladitos. Lo estarán mientras les dure lo ya conseguido.
Tampoco la denominada derecha, manifiesta su desencanto con la situación actual, más allá de algunas tertulias o declaraciones de políticos de su entorno y credo. Este sector de la sociedad, sólo ha demostrado poder de convocatoria ante hechos relacionados con el terrorismo, el aborto o los que afectan a la Iglesia Católica, pero nunca como colectivo, defensor sin complejos de una sociedad, de libre mercado y defensora de los derechos individuales de la persona. En el desastroso momento por el que pasamos tampoco tienen queja alguna.
Respecto al colectivo de parados, cobrando los subsidios que les corresponden, también parecen acomodados. No será falta de tiempo, (en algunos casos quizás sí) lo que les impide manifestarse en contra de la situación. Ellos solos por numerosos, podrían, mantener encendida, día a día la legítima antorcha de la denuncia y la reivindicación. Ellos tienen que demandar el derecho legítimo y constitucional que tienen al trabajo.
¿Y que decir de los estudiantes, que recién acabados sus estudios, no encuentran ni ahora, ni en el horizonte se prevé oportunidad alguna, que ponga en valor, lo que sus padres, la sociedad y ellos como realización personal y profesional demandan?.
¿Es que no hay razones suficientes para demandar cambios en la sociedad cuando tenemos, un Gobierno cuya gestión está invalidada, a la vez que tutelada por organismos internacionales? que no se fían de el.
¿Es que los cinco millones de parados, desenganchados del sistema productivo no son razón suficiente, para promover un cambio de rumbo?.
¿Hasta cuando esta sociedad autista, va a permanecer pasiva ante la desmembración de si la misma., Nos quedará tiempo para llorar sobre nuestro pecado de indiferencia.?. Me viene a la memoria la frase de John Donne que sirvió de título a la novela de Ernestr Hemingway: “Nadie es una isla, completo en sí mismo; cada hombre es un pedazo de continente, una parte de la tierra.; si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia. La muerte de cualquier hombre me disminuye porque estoy ligado a la humanidad; por consiguiente nunca hagas preguntar por quién doblan las campanas: doblan por ti.
Buenas tardes y buena suerte, que la estamos necesitando.
Saludos.