| 30-05-14 17:23 | #12073680 |
| Por:No Registrado | |
| Otra de lo mismo. La opinión de Zamora 30/05/2014[/b] SUSANA ARIZAGA.- La colaboración con el Banco de Santander, del que fue subdirector en Toro, al facilitar la relación de clientes y del dinero detraído de 28 cuentas, 2,4 millones de euros, así como las dilaciones indebidas en la resolución del procedimiento, iniciado en 2008, han propiciado que Carlos M.R. acabe condenado a 3,5 años de cárcel por los delitos de apropiación indebida y falsedad documental. Tendrá que devolver el dinero al Banco y pagar una multa de 2.100 euros. La fiscal exigía 6 años; y16, la acusación. Las dos atenuantes han impedido a la Audiencia Provincial imponer una pena más dura, a pesar de que estima probado que "creó una "banca paralela" para lo que utilizaba el material y la oficina de la entidad, en la que los ingresos de dinero provenían de los reintegros que realizaba este, con firma falsificada puesta por el acusado, o sin firmar", "de las cuentas que los distintos clientes" tenían en el Santander. Las manipulaba, a veces, "haciendo garabatos a nombre de los clientes". En las libretas hechas a mano, "no solo se recogían saldos de imposiciones a plazo fijo, sino también otros productos de inversión que los clientes creían tener contratados", para los que ofrecía un porcentaje de beneficios mayor del de mercado, de hasta el 10%, admitió en el juicio. "En la mayoría de los casos, el número de contrato que figuraba era inexistente en la contabilidad del banco y no se correspondía con el producto indicado". Quien fuera durante 23 años empleado de esta entidad -primero en el Central Hispano en Morales del Vino y después en el Santander de Toro- "utilizaba" ese dinero "para hacer frente a reintegros en efectivo o pago de intereses en efectivo, trasvase de unas cuentas a otras" o lo depositaba "en una cuenta" de la que disponía, apunta el fallo. De este modo, contaba con fondos "por si venían solicitando dinero en efectivo" poder entregarlo sin levantar sospechas sobre las operaciones que estaba realizando a espaldas de sus clientes, a pesar de que "hiciera anotaciones de los depósitos de capital e intereses" en las libretas. El metálico en sus manos De los 2,4 millones de euros que se apropió el ahora condenado entre los años 1984 y 2007, la sentencia afirma, de acuerdo con la auditoría del banco, que "279.531,55 euros se destinaron al pago de intereses y extratipo; 354.379,77 euros eran ingresos anotados" a máquina en libreta en concepto de intereses", pero "no suponían movimiento efectivo". De la cantidad global que se apoderó el procesado, 510.223, 82 euros pasaron directamente a sus manos, según cree la Audiencia en base a la auditoría. En concreto, "269.103,82 euros se los ha quedado el acusado en su poder" y "27.983,82, euros" los "desvió a cuentas de familiares y de un tercero al que pagaba una renta mensual para el pago de alquiler". Carlos M.R. "habría dispuesto en efectivo" de los 241.120 restantes, agrega la Audiencia. Carlos M.R. "manipuló libretas, en las que reflejaba un capital e intereses anotados a máquina de escribir" que no se encuentran" reflejados "en la contabilidad del Banco". Dispuso de los 2,4 millones con el "rescate de imposiciones a plazo fijo, reembolsos de fondos de inversión, disposiciones de los saldos de cuentas, dejando las órdenes de reintegro sin firmar o haciendo garabatos a nombre de los clientes, emisión de cheques bancarios a nombre de los clientes, que después cobraba él mismo por caja de la oficina, haciendo apuntes con máquina de escribir". | |
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