Castroverde de Campos - Zamora

SE ACERCA EL 11 DE SEPTIEMBRE y el independentismo catalán volverá a buscar protagonismo mediático con esa "vía" que en realidad es "cadena", una forma muy freudiana de mostrar que están encadenados a un proyecto que quisiera encadenar a todos y cada uno de los habitantes de Cataluña. El año 1714 lo quieren convertir en talismán y símbolo de su liberación, tergiversando la historia, ocultando que ese famoso año no hubo ninguna lucha de España contra Cataluña, sino una guerra de sucesión en la que Cataluña, pero también Toledo y Madrid, por ejemplo, se pusieron del lado perdedor. Todo es tanta patraña como la originalidad del himno que cantan con tanto furor bélico. Escuchad el enlace que figura abajo y comprobad que, efectivamente, la melodía es sefardí, la copia del "Els segadors" es indudable. Espero que algún investigador aclare más cómo se produjo el plagio y la burda transformación en un himno belicoso y ahora independentista y antiespañol. ¡Qué trágico destino el de Sefarad! Los independentistas van en contra de la idea misma de Sefarad, cometen esta especie de "profanación política" y algunos se declaran amigos y admiradores de Israel. Muchos judíos caen en el engaño y acaban sintiendo simpatía por el proceso independentista catalán, sin entrarse que es radicalmente contrario a lo que creen que es. Pero los catalanes, ni son tan diferentes del resto de españoles, ni tampoco tienen un himno original. Todo es una construcción imaginaria, pero la imaginación tiene mucho poder, sobre todo cuando se une al fanatismo

Els Segadors’: plegaria judía, canción erótica e himno de Cataluña






La proximidad de la fecha del 11 de septiembre, celebración de la Diada de Cataluña, está inflamando los ánimos de los independentistas, que se pertrechan con todos aquellos elementos, materiales –camisetas separatistas fabricadas, no en Cataluña, sino en exóticos lugares, como Bangladesh o Marruecos– o intangibles, como el propio himno nacional catalán, al que ahora se atribuye un origen judío.

Según el online elSingular.cat, remonta la melodía de Els Segadors a un himno hebreo, la plegaria Ein K'Eloheinu (‘No hay nadie como nuestro Dios’), cuya música tiene una gran semejanza con el himno nacional de Cataluña.

Sin embargo, investigaciones recientes atribuyen al cántico patriótico catalán un origen menos sacro y más profano, derivándolo de una popular canción erótica, tal como expuso en 2011 el musicólogo Jaume Ayats, profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona.

La tesis de Ayats, recogida en el libro Els Segadors, de cançó eròtica a himne nacional, atribuye su origen a una pícara cancioncilla que habla de tres segadores y una mujer con elevadas dosis de erotismo, como en su estrofa final, en la que la dama replica con un requiebro a la respuesta del segador sobre cuántas ‘gavillas’ (se refiere al órgano sexual femenino) había liado: ‘Més en lligaria jo / si el lligador no es blincava! / Ja li’n donarem aliment / Cop d’ous i botifarra’ (‘Más hubiera atado yo / si el ‘atador’ (habla del segador que lía las gavillas o tal vez de la soga con que se atan, pero se refiere claramente al órgano sexual masculino) no se 'arrugara' / Ya le daremos alimento / Atracón de huevos y butifarra’). Parece inevitable asociar esa coda ‘Cop d’ous i botifarra’ con el verso ‘oficial’ ‘Bon cop de falç, defensors de la terra’.

Sin embargo, las cosas no son tan sencillas, como ha demostrado Ayats, quien considera que el himno actual de Els Segadors es la conjunción de la melodía de la canción erótica con una letra, primero, de carácter claramente bélico tras los hechos del Corpus de Sangre de 1640 durante la conocida como Guerra de los Segadores, y después, a finales del siglo XIX con la fusión propiamente dicha entre la soflama política y la base de la canción picante. El anarquista Emili Guanyavents refundiría y fijaría posteriormente la letra del actual himno nacional de Cataluña.