Bilbao - Vizcaya

----- Original Message -----
From: DIRECTIVA PACMA
Sent: Tuesday, April 04, 2006 10:41 PM
Subject: MESA ANIMALISTA EN BILBAO




LA VIVISECCIÓN: FRAUDE CIENTÍFICO



SÁBADO 8 DE ABRIL



PLAZA CIRCULAR, BILBAO

12,00 HORAS



ORGANIZA: COLECTIVO ANTITAURINO Y ANIMALISTA DE BIZKAIA (C.A.A.B.)

COLABORA: PARTIDO ANTITAURINO CONTRA EL MALTRATO ANIMAL (P.A.C.M.A.)





VIVISECCIÓN DE ANIMALES: un fraude científico

La palabra vivisección significa “cortar animales en vivo” con una supuesta finalidad de investigación científica. Pero... ¿de qué ciencia se trata? Cada año 250 millones de animales mueren en los laboratorios de la manera más espantosa, sometidos a mutilaciones, sustancias abrasivas, descargas eléctricas y un sin fin de atrocidades. De tales experimentos, tan sólo el 10 % corresponden a la sanidad, siendo el 30 % destinadas a la cosmética y el 60% empleado para ensayar armas letales.

Se evidencia, pues que la industria vivisectora trabaja para saber cómo matar, y no con objetivos humanitarios, sucio negocio sostenido por grandes intereses económicos del que ningún bien se deriva. Aquí la ciencia muestra su cara criminal ideando armas capaces de aniquilar a media humanidad; armas basadas en virus mutantes, armas químicas y bacteriológicas, bombas epidémicas y gases corrosivos que son experimentados por el Ejército en cientos de millones de animales.

Pero, incluso cuando la vivisección se emplea con fines médicos, cabría la más severa de las críticas, pues todos los desastres causados por los fármacos tienen su origen en los falsos resultados obtenidos tras su experimentación con animales: es el caso de la talidomida que, inofensiva para las hembras de otras especies, provocó en las mujeres el nacimiento de más de 12.000 niños sin piernas ni brazos. Después de la talidomida vinieron medicamentos que también causaron el nacimiento de niños monstruos, fármacos como el Bendectin, el Duogynon, el Accistane, el Tigason, etc., que, al igual que la talidomida, habían sido comprobados con animales, sin detectar anomalía alguna.

Por ello, eminentes científicos de todo el mundo han denunciado la experimentación animal como inútil, cruel y peligrosamente erróneo y sirvan aquí de muestra algunos de estos reveladores testimonios: “Los experimentos con animales son del todo insatisfactorios, dado que nunca es posible estar seguro de que los animales puedan desarrollar las mismas enfermedades y de la misma manera, que los seres humanos, y en muchos casos sabemos que sucede justo lo contrario” (Doctor Doyen, Francia) “Los resultados obtenidos con animales han retrasado y dificultado la guerra contra el cáncer humano” (Doctor Irwin Bross, EE.UU.) “El 60% de todas las enfermedades se debe al empleo de medicamentos desarrollados y probados en animales” (Ferdinand Of., Director de las Clínicas Universitarias de Würzburg y Graz y director del Hospital de Aquisgran, Alemania). “El 90% de los tumores malignos humanos es consecuencia de la contaminación por sustancias químicas permitidas tras ser experimentadas sobre animales” (profesor Erich Boyland, del Institute of Cancer Research de Londres). “El sacrificio de un perro o de cualquier otros animal viviseccionado jamás ha salvado la vida a una persona. Al contrario, estos sacrificios han contribuido frecuentemente a matar a un gran número de seres humanos a través de las técnicas y de los productos derivados de la experimentación animal”. (Doctora Schär-Manzoli, redactora de la revista “Horizontes de la Medicina”).

¿Por qué, entonces, se siguen martirizando animales en nombre de la ciencia médica? Por inercia, por oscurantismo, porque la vivisección es un pretexto para que gentes de bata blanca se enriquezcan y ganen prestigio a base de experimentos tan absurdos como crueles. Porque hay mucho dinero de por medio en un mercado infame que suministra las víctima a torturar. Porque los laboratorios farmacológicos, en caso de desastres y litigios, tienen en la vivisección una coartada legal, y ello les permite poner a la venta sustancias nocivas únicamente con haberlas testado sobre animales. Y así lo denuncia el Doctor Coleman, de la Coalición Americana para la Mejora de la Investigación:” El mercado de fármacos es un negocio hipócrita; en un mundo futuro y más avanzado, se contemplará la vivisección como una de las prácticas más obscenas e inexplicables de nuestra era”.

Urgen, pues, abolir la vivisección, dado que hay razones científicas, jurídicas y éticas que exigen el cese inmediato de tan colosal estafa cometida a expensas de los animales y de la opinión pública.

Existen numerosas alternativas que ya han demostrado su fiabilidad para obtener informaciones sobre los efectos de cualquier sustancia, así como de las causas y tratamientos de las enfermedades; el uso de la tecnología informática para imitar los procesos biológicos es ya una realidad sin precedentes que ofrece incalculables posibilidades con modelos por ordenador, bases de datos, etc.; a la par, cultivos de células humanas, cromatografía de gas y espectrometría de masas, ingeniería genética,... son algunos ejemplos del amplio surtido de recursos infinitamente más útiles, adaptables y exactos que los bárbaros experimentos con gatos, perros y monos. Pero, en tanto no sea abolida, la vivisección seguirá infligiendo atroces suplicios a millones de seres inocentes que sienten el dolor y la angustia igual que nosotros; cada hora que pasa, alrededor de 125.000 animales son torturados en los laboratorios, y todo para empeorar nuestra salud.

Gustavo Saínz

Presidente Colectivo Antitaurino y Animalista de Bizkaia