Obras del colegio, una vergüenza Es una auténtica vergüenza que las obras del colegio que se iniciaron al principio del verano sigan sin acabar. Paseo a mi perro todos los días a primera hora de la mañana y veo a los obreros sentados, charlando y sin trabajar. ¿será que quieren que dure mucho esta obra porque no hay posibilidad de empezar otra tal y como está la crisis de la construcción? Lo que es inaceptable, es que los niños tengan que estar en clase oyendo ruidos de hormigoneras, seguramente tragando polvo, que no puedan salir al patio a jugar y que como siempre, los responsabls de estos desmanes (ayuntamiento, junta de C.L., ministerio de educación, la dirección del colegio o quien corresponda) les importe poco el bienestar de nuestros hijos, si tienen que pasar su recreo en el polideportivo, aunque todavía haga bueno para jugar en la calle, pues que se aguanten. Lo dicho, de auténtica vergüenza.
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