El que quiera peces... Según informes de la FAO, en el comercio pesquero mundial de hoy, hay tres mercados importantes que representan dos terceras partes de todas las importaciones (la Unión Europea, Japón y los Estados Unidos). A diferencia de otros productos alimenticios o agrícolas, el pescado no está contemplado en el Acuerdo sobre la Agricultura de la OMC, lo que quiere decir que no está sujeto a restricciones de ningún tipo en los referido a barreras de tipo comercial o arancelario. El consumo de pescado en la dieta de los españoles tiene una importancia todavía destacable. Junto con Japón, nuestro país tiene uno de los consumos más altos de pescado en todo el mundo y es una parte importante de nuestras dietas. Según se desprende de los últimos datos disponibles del Panel de Consumo del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, del año 2008, el pescado llega al 70 por ciento de la población a lo largo del año, alcanzando a un mayor número de hogares de enero a mayo, con un consumo medio de 1,20 kilos por persona al mes. De este mismos estudio se desprende que el producto procedente de acuicultura, concevida como un sistema de producción intensivo frente a la recolección pesquera, mantiene su tendencia al alza en el entorno de un mercado sostenible. La acuicultura se diferencia en dos grandes líneas, la acuicultura marina y la continental; en cuanto al producto se diferencian tres ramas: peces, moluscos y crustáceos. El tipo de cultivo en cada región española se ha desarrollado en función de sus características biogeográficas: En la cornisa cantábrica y la región noroeste predomina el cultivo del rodaballo en granjas en tierra y del mejillón en bateas, y de forma emergente se comienza a producir besugo, pulpo y abadejo. Las zonas mediterránea y suratlántica, de aguas más templadas, han desarrollado principalmente el cultivo de dorada y lubina, tanto en granjas en tierra como en jaulas flotantes, además de otras especies, como el lenguado, la corvina o el dentón. Canarias produce dorada y lubina en jaulas flotantes aprovechando sus aguas templadas durante todo el año. En las aguas continentales la principal especie producida es la trucha, siendo también significativa la producción de esturión y tenca. Castilla y León cuenta con 35.000 kilómetros de ríos y 45.000 hectáreas de aguas embalsadas, siendo la producción de la trucha arco iris en la actualidad el cultivo más importante, llegando a representar el 20% de toda la producción nacional. Aún así, la producción de nuevas especies como la tenca con gran tradición en Salamanca y Segovia empieza a cobrar importancia; existiendo además un enorme potencial en especies como la tilapia, el cangrejo señal, el esturión, las ranas o las carpas. ¿No sería una posible salida para la economía de nuestros pueblos? Más difícil era cultivar tomates en el desierto e Israél lo consiguió. Obligado te veas |