Torrecilla de la Abadesa - Valladolid

Está próxima la llegada de la vendimia o quizá ya está y quien no participó alguna vez en dicho oficio. En mis años de chiquilla, cuantos días acudí a cortar los racimos de aquellas riquísimas uvas que por entonces se daban en las albilleras de Torrecilla (hoy, apenas si quedan) con mi tía A.M.
De mañana, nos colocábamos en los carros con lo indispensable para tales menesteres: cestas, cuévanos, la merienda... Sobretodo esta ¡que no se olvidara!

Recuerdo cuando en el camino nos encontrábamos con otr@s vendimiador@s la sarta de "piropos" que se echaban un@s a otr@s" Digamo si se pueden llamar piropos a cuanto se decían todo en plan de cachondeo.

Llegados a la tierra, nos poníamos en plan de faena a cortar la uva depositándola en sendas cestas; cuando estas se llenaban, algún mozo las recogía vaciándolas a grandes cuévanos. Ese trabajo se hacía hasta la hora de comer. Se dejaban las cestas al lado de donde llegara el corte para hacer un descanso o parada de un par de horas para degustar la comida que las dueñas llevaban.
Iban provistas de buena vianda, tortillas, patatas y huevos cocidos al ajo arriero (ricas, ricas), conejo con pisto, torreznos, los buenos chorizos caseros, vamos un sin fin de platos diferentes y a cual más sabrosos, del postre no recuerdo, seguro llevarían melones, menos uvas jajaja cualquier cosa.
Pasábamos el tiempo de relax contando chistes, también haciendo lagarejos los chicos a las chicas que siempre había de mayor edad, ese tiempo de parada se pasaba a gusto en amena charla y mejor jolgorio sin apenas darse cuenta cuan rápido.
Aquí viene lo malo... ¿Quién empezaba después de comer a vendimiar? Con tanto calor y el estómago lleno... ya no apetecía ni picar una uva del racimo, cosa que por la mañana de todos ellos había que probar. Con el cansancio a cuestas y tirando a trancas y barrancas se daba la hora del regreso, eso sí, ¡"con unas pintas"! manos, cabeza cara bien pegajosas, seguro que hasta las avispas huían cuando se acercaban a picar.
Así estuvimos unos años hasta que las cepas empezaron a quitar y poco a poco han ido desapareciendo ¡que pena! alguna queda pero ya son las mínimas.
Este recuerdo de hace un montón de años lo tengo tan grabado en mi retina que mi intención de poner en el foro ha sido por aquell@s personas que en su tiempo también practicaron el oficio de VENDIMIAR, si la moviola diera marcha atrás, volveríamos a hacerlo.

Un saludo para todos

Puri

Bueno Puri, ya veo que has canviado de tema en otra conversación, yo te puedo contar lo poco que recuerdo , ibamos al majuelo de mis abuelos toda la familia, de cortar racimos pocos ,por que con los primos nos dedicábamos a corretear entre cepa y cepa mientras los mayores trabajaban, de lo que m´ças me acuerdo es de la comida que llevaba mi abuela, los chorizos gordos, el lomo adobado..... que bueno estaba,esos dias de vendimia se tiraba la casa por la ventana en plan de comida, habia que dar a los vendimiadores lo mejor. Mi primo A. siempre que nos vemos me recuerda un año de vendimia en que le tiré una piedra y le hice un buen chichón en la cabeza,el motivo de mi actuación es que se metia mucho conmigo, siempre le digo "como me tendrias de harta para hacer yo aquello". y hasta aquí mi recuerdo de la Vendimia.

Me olvidé firmar.

R.R.

¿No sería R.R que te hizo un lagarejo? Y tú, en venganza, pedrada al canto, o piedra que te crió como decimos por aquí. Cuando lo comente contigo tu primo aun notará el dolor del chichón, bueno eran cosas de chiquillos y vendimiando de todo podía pasar. Sobre todo, se pasaba muy bien, que era lo importante.

PD ¡Hay madre, que poco animada está la concurrencia para escribir!

Un saludo

Puri