Torrecilla de la Abadesa - Valladolid

Eres mi fuerza interna para escribir,
pero en realidad, no sé, si tú existes.
Hasta en el aire te puedo percibir,
para respirarte en mis versos tristes.

Supremacía, hoy te bendigo los labios,
aunque sin tenerlos, son míos, lo siento,
lo digo sin temor y sin lamento,
lo afirmo con experiencia de sabios.

Voy contando cada una, las estrellas,
que en tu destino, me lleve a lo cierto,
caminando entre inalcanzables huellas…

Recorriendo mis verdades, te advierto,
ya aquietando las nostalgias aquellas.
Para tí, la fiesta en que me convierto.

Saludos


R.R.

Toda la obra de la educación no es más que una superación ética de los instintos.
GREGORIO MARAÑÓN

Tu que trabajas en el cine ¿podrías conseguirme un par de entradas de balde?
Por supuesto, cuando tu que trabajas en el banco me consigas un par de billetes de los morados.

¿Te acuerdas aquellos versos que me escribiste cuando éramos novios?
Si, claro que los recuerdo, aunque hace muchos años.
Pues te les ha copiado en un libro un tal Gustavo Adolfo Bécquer.
¿Seguro que solo me los escribiste a mi?

La sonrisa en a la belleza lo que la sal a la comida.
Carlo Dossi.

Buen humor, siempre viene bien una sonrisa. Gracias

Sed firmes con los hijos sin dureza,
severos sin aspereza,
acomodables sin laxitud.
Castigadlos sin crueldad,
instruídlos sin imponeros,
sed condescendientes sin capitular.

a los Fanijos se les educó a palos y paradas y asin salieron ellos de cabestros. Esa juripundia violenta no hace más que meterse en lios. a uno de ellos lo han requisitoria desde Brahojos por asaltar una farmacia en Ledrda

oye, fulano, ya te vale de dar caña a esa gente, `parece que no hay más problema que los Fanijos esos de los coj .... dejanos en paz y vete a dar la vara a casa de tu p uñe tera madre