Torrecilla de la Abadesa - Valladolid

Dedicada:
a Salvador Casado.

Las liebres de mi dehesa, son duras como ellas solas

Son duras como ellas solas
Las liebres de mi dehesa
Son duras como ellas solas
Llevan aire de princesa
Cuando pasan por las lomas

Cuando pasan por las lomas
No hay galgo que las alcance
Ni perro que las anime
Ni caballo que las canse
Ni nadie que las domine

Ni nadie que las domine
Se parecen a los vientos
Que desatan tempestades
Corren como el pensamiento
Cruzando los eriales


Cuando salto de la cama, derecho pal perdeero

Derecho pal perdeero
Cuando salto de la cama
Derecho pal perdeero
Dio por entre las retamas
Veinte recortes toreros

Veinte recortes toreros
Los jinetes que la siguen
Azuzándole los perros
Por el llano la persiguen
Hasta los altos de un cerro

Hasta los altos de un cerro
Y mi perra cancionera
Que lleva muchas colgá
Se la dejó que se fuera
Y no la pudo matar


Quita el dedo del gatillo, y perdónale la vida

Y perdónale la vida
Quita el dedo del gatillo
Y perdónale la vida
Que va derecha al portillo
Para buscar a sus crías

Para buscar a sus crías
Tírale a la perdiz volando
Esa que va a la rivera
Y termina perdonando
A esa liebre tan ligera

A esa liebre tan ligera
Que Dios quiso que corriera
Por los galgos perseguía
Y no que una cartuchera
Le arrebatara su vía


Dentro de una alcachofera, una libre se movía

Una libre se movía
Dentro de una alcachofera
Una libre se movía
Y pa que nadie la viera
Se encamó al venir el día

Se encamó al venir el día
Pero nuestro amigo el Catre
Que iba andando con su perra
Dijo: fácil que la mate
Pues le veo las orejas

Pues le veo las orejas
Después de darle ventaja
Como los galgueros buenos
La perra se la clava
Y la mató en el sendero

Saludos.