Puente Duero-Esparragal - Valladolid

EL PUENTE DUERO QUE YO CONOCI

Llegué destinado de Madrid, el día 1 de noviembre de 1962, al terminar la especialidad en el Ejercito del Aire de Trasmisiones, al cuartel del Pinar de Antequera, hoy Academia de Caballería.
En ese tiempo, cumplían el servicio militar voluntario, jóvenes de Puente Duero, con los que me hice amigo y llegaron las primeras fiestas, de Las Candelas, en febrero de 1963. Lo que recuerdo es que ese año cayó una gran nevada pero a pesar de las inclemecias del tiempo acudimos a bailar y a conocer lo que nos habían contado.
La verdad que nos lo pasabamos bien y la gente te acogía con cariño.
El pueblo de todos es sabido que el río Duero lo divide en dos, quedando en la parte sur, la Cañada de Valdestillas, Carrtera Rueda y Carrtera de Viana, en la parte norte la Calle Real y barrio de Girón.
Lo que me sorprendió fue que, la mayoría de las casas eran antiguas y de planta baj, que hoy están casi todas reformadas que forman un barrio en expansión.
Otra de las cosas que me llamó la tención, fue que era un pueblo en su gran mayoría de obreros que casi todos trabajaban por su cuenta como autonomos, durante el otoño e invierno en las tareas del pinar, talando pinos, pelándoles, cargándoles en camiones. En la primavera al entresaque de la remolacha y en el verano la temporada de venta de melones.
Por aquellos años recuerdo que presencie una subasta de puestos de venta de melones en el Ayuntamiento de Valladolid, cómo se picaban en la subasta unos a otros para quedarse con el que ellos creían ser el mejor puesto. Algunos marchaban a otros pueblos a colocar el puesto y venderlos por los pueblos limítrofes y raro es el que no acudió a Ampudia el 8 de septiembre que es la romería de la Virgen de Arconada.
Todos estos trabajos, con el paso del tiempo han desaparecido, la gente se ha ido colocando en empresas de construcción,metalúrgica y otros menesteres perdiendo aquella entidad.
En este mismo foro, hay una foto de la Cañada de Valdestillas de aquellos tiempos sin urbanizar y no había agua corriente en las casas como pasaba en la mayoría de los pueblos.
Recuerdo co nostalgia aquellas vaquillas que se corrían en el centro del pueblo con aquellos cestos con los que se le hacía cara al animal y qye se han perdido, al igual que las fiestas de Las Candelas que todos disfrutábamos, ya que nadie trabajaba y a pesar del invierno se bailaba en la calle y con que deseo esperábamos año tras año y hoy día prácticamente se han quedado para disfrute de la Cofradía.
Igual recuerdo la fiesta de los quintos cuando iban a tallarse, que baile se preparaba, allí acudía todo el mundo, no se cabía en el salón.y salir a pedir la colación que luego lo comían todos juntos.
Cuando yo llegúe, el pueblo ya había pasado a pertenecer a Valladolid, el autobus ya funcionaba y era el medio de trsporte para bajar a la ciudad.
A mi entender creo que tal decisión fue un error, ya que a partir de esa fecha los diferentes alcaldes que han pasado por la alcaldía nos han tenido olvidados y se han pasado muchos años sin poder hacer nada, ni nos permitían edificar, todos eran cortapisas.
Debido a esas travas, los vecinos sin permisos hicieron sus viviendas,y por eso creció el barrio.
Puente Duero no hay duda que hubiera crecido el doble si hubiera tenido ayuntamiento propio. Esperamos que ahopra que los terrenos de los alrededores han sido adquiridos para edificar, sea más importante y nos empiecen a tener encuenta.
Como consecuencia de la negativa a dar permisos para contruir, la juventud del barrio ha tenido que emigrar a tros lugares, cosa poco aconsejable porque eso conlleva el envejecimiento del pueblo.
Recuerdo como las mujeres al no tener lavadoras en casa, ir cargadas con sus tajas y con los baldes cargados de ropa a lavarla a la orilla del río Duero, ni que decir tiene que en el invierno por los fríos y en el verano por los calores, que fatigas pasaban las pobres mujeres, pero había que hacerlo.
Los nuevos tiempos nos trajeron las obras de tarida de aguas y el alcantarilado, empezando a tener agua corriente en las casas y se fueron construyendo los primeros servicios.Comenzaron a llegar televisiones, lavadoras, frigoríficos, en fin todos los electrodomésticos necesarios.
Que paradojas tiene la vida en solo 30 años hemos pasado de carecer de casi todo a tener de todo.
Durante estos años, he oido contar a mucha gente, que no voy a nombar, las muchas fatigas y peripecias que se pasaron para vivir y sacar a los hijos adelante, pero todos coinciden en lo mismo, que se pasaron esas necesidades y que no quedaba otro remedio que trabajar duro y agarrarse a lo salía. Pero yo digo, que a pesar de todo y ser gente obrera los vecinos de Puente Duero,e eran especiales y entre unos trabajos y otros a ninguno le faltó aportar a casa la semana, que se decía entonces teniendo lo necesario para vivir con dignidad.
Se fueron comprando su medio de transporte, recuerdo aquellas velosoles, motos pequeñas, posteriormente furgonetas, camiones, coches, viendo que el pueblo iba progresando.
He visto pasar difentes curas por la parroquia, el primero Don Félix que luego se fue de capellán al ejercito. Le sustituyó Don Teófilo que fue muy querido y hoy nos sigue acompañando a pesar del tiempo, en las fiestas de Las Candelas y Las Aguedas, se marchó para Valladolid estando de organista en la Catedral y el Santuario de la gran Promesa.
Don Teodoro pasó a sustituirle, a la vez que atendía la parroquia de Villanueva de Duero.
Sin apenas saberlo, fue nombrado par sustituirle Don Pedro que estubo 12 años con nostrosy actualmente está en la Rondilla de Valadolid en la iglesia de San Fernando.Fue muy querido y de él, partió la idea de restaurar con gran éxito nuestra iglesia, con la ayuda de los vecinos.También se restauraron la Virgen con el Niño. Santa Teresa y un cuadro de la Inmaculada.
Al marcharse nos vino el sacerdote que en la actualidad atiende nuestra iglesia , Don Oscar, joven y con mucha ilusión. Al igual que el anterior se ha comprometido para que nuestra parroquia este muy bonita. Lo primero fue retejar el tejado, después restaurar los tres retablos, cambiar el altar mayor, el ampón y el sagrario teniendo encuenta que formen una armonia con el retablo mayor.
Todos ellos, han sido muy queridos por el puebl, y a pesar de haberse ido todos han seguido acudiendo siempre que se les ha necesitado y acudiendo a nuestras fiestas.
Quiero terminar diciendo, que a pesar de todo Puente Duero es hoy un barrio con un gran futuro, que hay que exigir a las autoridades, que ya es hora que se tomen las cosas más en serio, que hay que urbanizar la Calle Real, hacerlo moderno y dotarle de todos los servicios necesarios.
Esperamos conocerlo, y que a pesar de todo, estamos en el mejor rincón de España

Cierto, muy cierto. Sr. Mansilla.
Un vecino

Este MINO lo invade todoooooooo.
Solo vive el en Puente Duero