Arturo, cuanto disfrutabas este día
con los hermanos de nuestra Cofradía
y después del trabajo realizado
de la tira y carga de los pinos
sentados compartíamos comida.
Esa mesa se ha quedado ya vacía
con tu marcha, se ha ido la alegría
cuando lleguen las próximas Candelas
te recordaremos con nostalgía
y tu, nos estarás mirando desde arriba.
Permitemé que te diga, hermano Arturo
que nos has quedado desolados
y al darte el a dios de despedida
cuando baje del estrado
contemplé llorando a los hermanos.
Eso no se hace por cumplir
sale del corazón porque se quiere
agradeciendo tu buena disposición
de aquello que tu sabías hacer
con cariño e ilusión.
Que disfrutes en los brazos de la Virgen
acompañado de toda tu familia
una paz eterna merecida
deseándotela todos los hermanos
de la que es, Nuestra Cofradía.
M. Mansilla