En esta foto, observamos a Arturo realizando trabajos de tala de pinos en el pinar ya que ha sido uno de sus trabajos, de los que el, más orgulloso se sentía y aprovechado esta foto quiero decirle:
COMENTARIO Siempre con su mono verde, Arturo, estaba dispuesto a colaborar en la tala de pinos para preparar la hoguera, que da inicio a nuestras fiestas de Candelas el día 1 de febrero de cada año, ya que era hermano de la Cofradía de la Virgen de las Candelas.
Pero hoy día 1 de Mayo cuando estaba cortando leña para su madre, aprovechando la fiesta del trabajo, fue sorprendido por una caña maldita que estaba rasgada y cayendo sobre el, le causo la muerte.
Como nos íbamos a imaginar, un final de su vida tan terrible al ser un experto en esas lides.
A veces, la vida es injusta y pasan estas cosas que nos quedan sumidos en un mar de dudas, pero así es lo que nos toca vivir.
Hermano Arturo, mucho te vamos a echar de menos, cuando lleguen las fiestas de la Cofradía ya que tu las hacías especiales y a pesar a veces de laguna rareza, con una sonrisa se zanjaba el tema.
No tengas la menor duda de que todos los hermanos te tendremos presente en nuestras oraciones y pediremos a la Viegen de las Candelas a la que siempre has querido mucho, que con Ella tengas un descanso y felicidad eterna.
Asi te despedía nuestro Presidente:
NUESTRA DESPEDIDA PARA ARTURO Te has ido callado y en silencio
sin darnos un a dios de despedida
aquí nos tienes a todos apenados
ayudando y confortando a tu familia.
Ya te habrás abrazado con tu padre,
a los hermanos de nuestra Cofradía
a Nuestra Madre la Virgen de Candelas
a la que tu, tanto querías.
Cuantos recuerdos nos vienen a la mente
de charlas y vivencias compartidas
y las seguiremos recordando
viendo en tu cara la sonrisa.
Arturo, todos te recordaremos,
a la buena gente no se olvida
y tu, si que lo fuiste
a lo largo de tu vida.
Las Cofradías se han quedado mudas
por lo que en ellas, bien hacías
al tirar ahora otros los cohetes
desde arriba les oirás con alegría.
A la Virgen de Candelas todos juntos
la pediremos que te haya recogido
y no nos quedará la menor duda
que nuestro deseo es atendido.
Aquí nos dejas apenados
pensando lo que a ti te ha sucedido
toda una vida trabajando
sin obtener el premio merecido.
Arturo, con oraciones sentidas
te despedimos, gran hermano
esperando que en nuestro caminar
un día te daremos el abrazo.
M.Mansilla