Pedrosa del Rey - Valladolid

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Yo amigo Pedralvas solo suscribir plenamente tu comentario e igual que tu, pido que esto no se quede solo en el 8 de Marzo como nos dice el Corte Inglés, tambien los otros 364 días restantes como bien indicas, esperando que todos colaboremos un poco en que esa igualdad sea cada vez mayor.
Creo que a nadie se nos caen los anillos por ayudar en casa, además de que como bien indicas, tambien vivimos en ella, comemos y manchamos y nos dejamos de mirar lo que piensan los demás. Nuestras mujeres lo agradecen a poco que nos impliquemos y nosotros tambien, pues si ayudamos podremos salir o estar más tiempo juntos.
Saludos a todas en este día y en el resto.

Pero qué hombres más majos, qué cosas nos dicen a las mujeres.
Muchas gracias

Saludos...A...

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No, yo tampoco estoy de acuerdo con el feminismo desaforado. Pero entiendo que en su momento fue necesario. Si aquellas mujeres no hubieran metido tanto ruido, es posible que no se hubiera prestado mucha atención a las reivindicaciones totalmente legales de las mujeres.
Acuérdate que no éramos iguales ante la ley.
No podíamos tener una cuenta corriente sin permiso del marido, ni carnet de conducir sin permiso... y eso son los aspectos casi domésticos, había otros mucho más flagrantes como tú bien sabes.
Ante desigualdades tan grandes el movimiento tenía que ser axagerado para llamar mucho la atención. Eso hicieron aquellas feministas para despertar conciencias.
Ya, la ley dice que somos iguales ante ella. Ahora queda que no haya nadie que lo dude, porque tengo la impresión en ocasiones de que hay mentes recalcitrantes que todavía no lo han entendido.

Saludos...A...

En la primera época del feminismo en España, como sabrás amiga ..A.. estaba liderado por una abogada, Lidia Falcón y yo acudí con mi mujer a alguna charla de esta señora (por decirlo de alguna manera) donde más que revindicaciones lógicas, a las que cualquiera que tengamos dos dedos de frente apoyabamos, parecía un llamamiento a LA GUERRA SANTA y sin cuartel. Recuerdo que le comenté en dicha charla, que sería bueno ir cambiando las costumbres poco a poco, sin prisas pero sin pausa ya que algo arrastrado durante siglos no se cambiaba de un plumazo.
Pues me dijo de todo menos bonito a lo que le contesté que como fuera así por la vida poco iba a conseguir y algo debió de pasar, no precisamente por lo que comento, pues a dicha señora la pasaron a un segundo plano tiempo después, cuando se dieron cuenta que ese no era el camino.
Aquella señora en vez de llamar la atención y despertar conciencias, yo creo que conseguía justo lo contrario por su mal y avinagrado caracter.
Creo que sus sucesoras, con menos ruido y trabajando más, han conseguido mucho y en menos tiempo.
Yo siempre apoyo y apoyaré la igualdad pero en todo: trabajos y salario. Mi hija, por ejemplo, ha sido durante tiempo conductora de un autobús en línea internacional, algo impensable hace años en una mujer y eso que es un trabajo ciertamente duro, pero la igualdad tambien tiene que estar en los trabajos. No como predicaba esta señora que solo revindicaba para las mujeres trabajos de oficina o similares. Si no en todos, si en una buena parte la mujer puede desarrolarlos como un hombre. Igual que los hombres podemos hacer algunos de las mujeres que antes eran impensables. Esa es parte de la igualdad.
Queda mucho, pero ya menos.
Saludos

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Así es, haciendo excepción de los trabajos que requieran una fuerza física que la mujer no tiene, todos los demás pueden ser compartidos.
Recuerdo a la Falcón, me parecía una exaltada, pero creo que consiguió su propósito. Todos hablábamos de ella y en consecuencia del derecho de la mujer a ser igual ante la ley.
Su tiempo ya pasó, ahora el tema está encarrilado y ya no es necesario gente extremista. Lo que ahora procede es que la ley se cumpla.
Hay algo que me preocupa. Parece ser que hay mujeres sin escrúpulos que hacen denuncias falsas de malos tratos contra sus maridos. Creo que son casos excepcionales, pero es que ni uno debe pasarse por alto.
No puede ser que se utilice de forma torticera lo que debe ser para salvar la vida de las mujeres que en realidad están amenazadas.

Saludos...A...

Estas si que eran buenas mujeres.
Ten preparada una comida deliciosa para cuando él regrese del trabajo. Especialmente, su plato favorito. Ofrécete a quitarle los zapatos. Habla en tono bajo, relajado y placentero.

Prepárate: retoca tu maquillaje, coloca una cinta en tu cabello. Hazte un poco más interesante para él. Su duro día de trabajo quizá necesite de un poco de ánimo, y uno de tus deberes es proporcionárselo.

Durante los días más fríos deberías preparar y encender un fuego en la chimenea para que él se relaje frente a él. Después de todo, preocuparse por su comodidad te proporcionará una satisfacción personal inmensa.

Minimiza cualquier ruido. En el momento de su llegada, elimina zumbidos de lavadora o aspirador. Salúdale con una cálida sonrisa y demuéstrale tu deseo por complacerle. Escúchale, déjale hablar primero; recuerda que sus temas de conversación son más importantes que los tuyos. Nunca te quejes si llega tarde, o si sale a cenar o a otros lugares de diversión sin ti. Intenta, en cambio, comprender su mundo de tensión y estress, y sus necesidades reales. Haz que se sienta a gusto, que repose en un sillón cómodo, o que se acueste en la recámara. Ten preparada una bebida fría o caliente para él. No le pidas explicaciones acerca de sus acciones o cuestiones su juicio o integridad. Recuerda que es el amo de la casa.

Anima a tu marido a poner en práctica sus aficiones e intereses y sírvele de apoyo sin ser excesivamente insistente. Si tú tienes alguna afición, intenta no aburrirle hablándole de ésta, ya que los intereses de las mujeres son triviales comparados con los de los hombres. Al final de la tarde, limpia la casa para que esté limpia de nuevo en la mañana. Prevé las necesidades que tendrá a la hora del desayuno. El desayuno es vital para tu marido si debe enfrentarse al mundo interior con talante positivo.

Una vez que ambos os hayáis retirado a la habitación, prepárate para la cama lo antes posible, teniendo en cuenta que, aunque la higiene femenina es de máxima importancia, tu marido no quiere esperar para ir al baño. Recuerda que debes tener un aspecto inmejorable a la hora de ir a la cama... si debes aplicarte crema facial o rulos para el cabello, espera hasta que él esté dormido, ya que eso podría resultar chocante para un hombre a última hora de la noche. En cuanto respecta a la posibilidad de relaciones íntimas con tu marido, es importante recordar tus obligaciones matrimoniales: si él siente la necesidad de dormir, que sea así, no le presiones o estimules la intimidad. Si tu marido sugiere la unión, entonces accede humildemente, teniendo siempre en cuenta que su satisfacción es más importante que la de una mujer. Cuando alcance el momento culminante, un pequeño gemido por tu parte es suficiente para indicar cualquier goce que hayas podido experimentar. Si tu marido te pidiera prácticas sexuales inusuales, sé obediente y no te quejes. Es probable que tu marido caiga entonces en un sueño profundo, así que acomódate la ropa, refréscate y aplícate crema facial para la noche y tus productos para el cabello. Puedes entonces ajustar el despertador para levantarte un poco antes que él por la mañana. Esto te permitirá tener lista una taza de té para cuando despierte.
¿Pero es que nadie de este foro se acuerda de esto?
Pues recordarlo que es de hace muy poquito.
Desmemoría.
Saludos

Sacado de "Economía doméstica para bachillerato y magisterio" Sección Femenina 1958.