Pedrajas de San Esteban - Valladolid

Cada vez hay más indicios de que esta nueva tecnología afecta más a la salud de la población que sus predecesoras 3G y 4G, sobre todo a la de las personas electrosensibles. Y no existe una justificación razonable para su despliegue masivo en el territorio español, porque en realidad no merece mucho la pena la pequeña ventaja que pueda ofrecer a los usuarios, si para enviar una foto, bajarse un vídeo o escuchar una canción ya había de sobra con los anteriores sistemas, que tampoco eran inocuos.
Hay países que se han negado a implantar el 5G hasta que no se investiguen de forma seria e independiente (no por los testaferros de las compañías) sus verdaderos efectos sobre la salud humana y animal. Solo en Italia más de 200 ayuntamientos se han opuesto a instalarlo y otro tanto está ocurriendo en Suiza, Bélgica y otros estados europeos.

Las "telecos" ya vienen haciendo campaña desde hace tiempo para tratar de vendernos algo que no necesitamos, pues con el 5G no se va a notar un gran avance en la transmisión de datos. Aunque, eso sí, te convertirás en una persona más controlada y localizable a través del aparato que lleves encima.

Muchos científicos de alto nivel ya han firmado un manifiesto internacional que advierte del peligro potencial para nuestra salud de la tecnología 5G. Además no hay ninguna necesidad de su implantación por las operadoras, con la pasividad o la colaboración de las autoridades.
Lo que habría que hacer es mejorar las infraestructuras básicas, especialmente la comunicación por fibra óptica, que resulta fundamental, porque los sistemas inalámbricos se ven a veces colapsados por un problema de saturación que no va a resolver el 5G.

¿A cuántos vecinos de Pedrajas les puede interesar realmente -con la crisis que tenemos encima-, eso del "internet de las cosas", sabiendo además que por ello van a tener más irradiada la vivienda con las ondas milimétricas de esta nueva tecnología?

Una revista española se ha hecho eco del reciente trabajo publicado por dos doctores estadounidenses, Beverly Rabik y Robert R. Brown, según el cual las radiofrecuencias de las nuevas tecnologías inalámbricas (especialmente las de la 5G) están sin duda relacionadas con la Covid-19. Y en ese estudio se concluye que tales emisiones de microondas debilitan el sistema inmune aumentando así la virulencia de la enfermedad, algo que ya se había comprobado antes en relación con otras patologías.