Olmedo - Valladolid

Es Olmedo la Ciudad
del Caballero, grandeza,
que según el lema reza,
de la castellanidad
da el señorío a voluntad,
a quien demuestre nobleza,
de vieja sangre limpieza
y cristiana antigüedad.

Mas tal fue en el XVII,
que hoy, más recientemente,
la grandeza se resiente
y se nos cae el templete.
La faltriquera en un brete,
por mucho que hinquen el diente
al bolsillo de la gente,
ya estamos hasta el gollete.

Si hoy Don Alonso saliera
en su corcel alazán,
con botas de cordobán,
con su capa tan torera,
su ropilla pinturera
y guantes de camocán,
¿su risa de perillán
tan arrogante luciera?

El corcel sería un bicho
cojitranco y desgarbado,
un jamelgo desahuciado
con la vida en entredicho.
La risa del antedicho
el "profidén" arruinado.
Su indumentaria un dechado
de remiendos a capricho.

Tantas grandezas pasadas,
tanta Inés y tanto Alonso,
tanto culto desembolso,
tanto honor limpio a estocadas.
Tantas Fabias resabiadas,
tanto Tello ful e intonso,
tanto hidalgo simple y sonso,
tantas damas sobreactuadas.
Tantos sombreros y espadas,
tanto verso sin reembolso,
¡Cuánta erudición, Alfonso!
Más curro y menos chorradas.