COSAS PUBLICADAS SOBRE MEGECES El Norte de Castilla A la vera del río Cega La mejora en las infraestructuras y la consolidada industria han potenciado el crecimiento del municipio CRUZ CATALINA/MEGECES Siguiendo el curso del río Cega por su margen derecha, desde la localidad de Cogeces de Íscar, y pasados los molinos existentes junto al arroyo de El Henar, se llegaba hasta no hace muchos años al puente de Megeces, viaducto de un solo arco fechado, según todos los expertos, en el siglo XIII y primitiva puerta de entrada para los que querían acceder desde Íscar o Portillo a este pequeño municipio pinariego que forma parte desde su nacimiento de la Comunidad de Villa y Tierra de Íscar. Desde el citado puente nace la principal vía urbana megezana: la calle Real. Una larga vía que atraviesa el pueblo, partiéndolo en dos, que se prolonga en dirección a Mojados y que en su discurrir deja a su derecha la iglesia parroquial, otrora con su cementerio alrededor; la plaza Mayor, donde se ubica la actual Casa Consistorial; y más adelante la moderna plaza de la Luna, que en breve será remodelada y reurbanizada. Como no podía ser de otra forma, y dado su asentamiento entre la ladera y el río, a la calle Real confluyen el resto de vías y salidas hacia a los campos de labor, canteras y caminos vecinales hacia Pedrajas de San Esteban y Alcazarén. Mermada de elementos que atestigüen su largo pasado, su principal edificio histórico es el templo parroquial dedicado a Santiago Apóstol. Se trata de una modesta construcción de mampostería, con restos de estilo románico-mudéjar fechados en el siglo XIII, que dispone de una sola nave. El templo alberga una escultura de la Virgen de la Expectación, del Parto o de la O, en madera policromada, de gran interés iconográfico por la representación del Niño Jesús dentro del vientre de su madre. La principal joya que atesoraba la iglesia, un retablo de pinturas góticas dedicado a Santiago Apóstol, se halla en el Alcázar de Segovia. Aunque no se conservan en la actualidad, se sabe de la existencia de al menos tres ermitas -se cree que hubo una cuarta-, y al menos dos conventos: uno en el Barco de la Higuera y el otro en la calle del Sombrío. Dato importante, ya que el hecho de que hubiera seis edificios religiosos en un ámbito geográfico tan reducido favoreció el asentamiento y el crecimiento de una población estable. El empeño, la tenacidad y el arraigo de sus gentes en su deseo de continuar su vida familiar y laboral en el propio pueblo ha superado cualquier recesión que pudiera presentarse y ha hecho de Megeces una localidad estable económica y demográficamente, con una infraestructura urbana cada vez más sólida y una industria que ocupa a los propios vecinos y a otros muchos de la zona, además de un sector agropecuario que se ha transformado acorde a los nuevos tiempos.
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