COSAS PUBLICADAS SOBRE MEGECES El Norte de Castilla ANTONIO MARTÍN PÁRROCO DE MOJADOS «Todos somos responsables de lo que pasa a nuestro alrededor» El padre Martín vuelve a Argentina, donde hace 37 años fundó una institución para niños desprotegidos 06.11.07 - ALBERTO VEGA Antonio Martín García, párroco de Mojados, Megeces y Hornillos, nació en Pedrajas de San Esteban, localidad donde reside. Fue ordenado sacerdote en el año 1965 y cuatro años más tarde comenzó su labor de apostolado en Argentina, en una barriada del partido y diócesis de Lomas de Zamora, en la periferia del gran Buenos Aires. -¿Recuerda su toma de posesión? -Como si hubiera sido ayer. Llegué con 29 años, patillas, pantalón ajustado y tocando la guitarra, mi gran afición. Me encargaron la formación de una comunidad con bastantes deficiencias. -Entonces, ¿fue bien recibido? -Eran los años setenta, y mi manera de actuar chocó con algunos sectores tradicionalistas, pero en general me recibieron bien. -Cuánto tiempo trabajó en aquella parroquia? -Allí pasé 22 años de mi vida. -¿En qué consistía su labor? -Estábamos en una diócesis con muchos barrios marginales donde la Iglesia, inevitablemente, debía trabajar en lo social. Además de mis funciones como capellán de prisiones, me dediqué a edificar mi iglesia e inicié las obras de un colegio que se concluyó antes de mi regreso a España. Desde la parroquia proveíamos de material a los menos pudientes, les enseñábamos y les ayudábamos a montar casas prefabricadas -se levantaron más de cien en aquella campaña- pero mi mayor preocupación se centraba en la infancia. Entonces, compramos una casa para adoptar a niños desprotegidos que acabó convirtiéndose en la institución 'También son nuestros', y hasta hoy. -¿Qué niños llegan a ella? -Todos llegan por vía judicial, con hogares destruidos e incluso fruto de violaciones. En un principio se les atiende en el aspecto material porque llegan en unas condiciones médicas y alimenticias mínimas. Después se les garantiza una educación, aprenden algún oficio y se les sigue hasta que pueden situarse en la vida. -¿Piensa volver algún día? -Casi todos los años voy, siempre pensando en esa institución que inicié y con el ánimo de potenciarla, empujarla y ayudarla. El pasado año realicé un viaje de quince días y próximamente, aprovechando la benigna estación meteorológica de allí, me trasladaré para continuar con varias obras. -Ha dejado allí parte de su vida. -Y un trozo de mi corazón. A veces me dicen que para qué quiero ir allí, y no entienden que estoy identificado con aquella gente que vive en una sociedad con muchas necesidades. Y es que yo concibo la sociedad como un organismo responsable de todo lo que pasa a su alrededor, y si todos formamos parte de esa sociedad, no podemos rehuir ciertos compromisos. -Pero aquí también hay gente que necesita ayuda. -Aquí no existen verdaderas situaciones de pobreza y menos si lo comparamos con aquello. -Parece que en Mojados hay un grupo de voluntarios que pretende trasladarse a Buenos Aires para echarle una mano. -Serían bienvenidos y puedo asegurar que regresarían enriquecidos socialmente porque constatarían la respuesta de cariño que se recibe cuando se entrega algo del propio.
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