Medina del Campo - Valladolid

España se había ganado un prestigio notable como un país que supo salir de la dictadura, de la miseria y avanzar hacia una situación de apertura, prosperidad, competitividad e imagen de país culto y civilizado...

Pero ahora parece que el gran esfuerzo que se había hecho en estos 30 últimos años se va a perder.

Los políticos y administradores se han olvidado de cual es su tarea fundamental. Se han dedicado muchas energías a discutir entre ellos, a luchar por conseguir un alto cargo, como si el pueblo no existiera, ni sus comercios e industrias, ni sus campos. Ha habido mucho engaño y nosotros dormidos.

Yo estos últimos años sólo he visto mucha negligencia y maniobras de distracción y promesas para mantener ausente a la masa (así es como siempre nos han considerado los políticos).

Ellos creían que una vez repartido el pastel de los 400 euros, todo se les iba a arreglar.

Y lo peor es que ahora en cualquier país extranjero, cuando se habla de España, sólo es para hablar de la crisis que estamos sufriendo, de la fragmentación del territorio y su mercado, de las dificultades aún más grandes que están por venir, de la enorme burocracia que crece más cada día, de los costes que hay que soportar para funcionar,

Ojalá me equivoque; pero el problema puede tener difícil arreglo.

José
Mataró

Por mi trabajo tengo que viajar continuamente al extranjero y, que yo sepa, en otros países no se habla de España ni mejor ni peor que nunca. La crisis es mundial y está provocada, en su mayor parte, por la subida de los hidrocarburos. En estas pasadas semanas hemos sido testigos de varios países como Francia e Inglaterra que han hecho huelga, si bien, de forma diferente a la de España y no han tenido tanta repercusión en el ámbito nacional como la de nuestro país que, parece ser que sembró el pánico o quisieron sembrarle. No creo que en el extranjero se acuerden mucho de España, bastante tendrán con tirar para su casa como nosotros aquí. Más que lamentarnos tendremos que conformarnos con lo que tenemos y tratar de mejorar y no ir llorando por los rincones.