Gallegos de Hornija - Valladolid

HOY TENÍA QUE SER EL PATRON DE CASTILLA Y LEÓN
En el año 1230 se produjo la unión definitiva de
los reinos de Castilla y León, siendo el ejecutor de aquel importante acontecimiento el monarca Fernando III el Santo. El citado rey era hijo del monarca leonés Alfonso IX y de la infanta Berenguela, hija a su vez del rey de Castilla Alfonso VIII. El matrimonio de Alfonso IX y Berenguela terminó en un rotundo fracaso. Fernando, no obstante, comenzó siendo rey de Castilla. Después de la muerte de Alfonso VIII, acaecida en el año 1214, le sucedió en el reino de Castilla su hijo Sancho III, el cual falleció tres años después, en 1217. El trono castellano pasó a Berenguela, hermana de Sancho III. Pero Berenguela renunció a sus derechos al trono de Castilla a favor de su hijo Fernando, el cual fue proclamado rey en un solemne acto celebrado en la villa de Valladolid, en el año de 1217. Trece años más tarde, en 1230, falleció el monarca leonés Alfonso IX. Dicho trono pasó a Sancha y Dulce, dos hijas nacidas de un nuevo matrimonio del citado rey leonés. Ahora bien, Sancha y Dulce declinaron sus derechos al trono de León en favor de su hermanastro Fernando. Así las cosas en el año 1230 los reinos de Castilla y León volvían a unirse bajo la batuta del monarca Fernando III. Ya no volverían a producirse jamás nuevas rupturas. De ahí que, en 1980, el eminente historiador Claudio Sánchez Albornoz manifestara que en esa fecha se cumplían setecientos cincuenta años de la historia fraterna y unida de Castilla y León. Fernando III, que sería elevado a los altares en la segunda mitad del siglo XVII, aprovechó el declive del poder almohade en al-Andalus para impulsar la expansión castellana hacia el mediodía. Durante su reinado se incorporaron a los reinos de Castilla y León la mayor parte de los territorios del valle del Guadalquivir, desde la zona del alto Jaén hasta la ciudad de Sevilla, que fue conquistada en el año 1248. Asimismo el reino taifa de Murcia, aunque en esta ocasión por vía pacífica, pasó a integrarse en los reinos de Castilla y León.
VIVA FERNANDO III