Curiel de Duero - Valladolid

Este fin de semana he visitado este pueblo y aún no he podido cerrar la boca del asombro. La verdad es que el tiempo ha acompañado y ha sido un placer pasear por las calles y visitar la iglesia que amablemente nos han enseñado. Os la recomiendo vivamente, así como ver la iglesia de San Martín y la fachada del palacio (qué pena que no quede más en pie de él).

El broche ha sido dormir en el castillo, que ahora es un hotel que está precioso y tiene unas vistas increíbles de los alrededores. Si queréis daros un capricho, ya sabéis. Y si no, siempre podéis acercaros a comer en el restaurante, que está muy bien. Comimos unos entrantes muy ricos, una morcilla con milhojas picantita muy buena, y un solomillo que se saltaban las lágrimas. Lo mejor es que como yo no conducía pude darle al ribera, uno que es de los dueños y le han dado premios, no me acuerdo del nombre, el coso o algo así.