Barcial de la Loma - Valladolid

EL RASTRO que dejan las matanzas es contagioso y no desaparece.En una iglesia de Bagdad han sido asesinados más de 46 fieles, algunos niños, en brazos de sus madres.Son las consecuencias de las religiones desmesuradas y mal entendidas; de su transformación e políticas opuestas, en venganzas, en origen de guerras siempre llamadas santas...Son la fatal consecuenia de que el laicismo no rija todos los gobiernos de este mundo.La Iglesia ha sido un aterrador precedente cuando tuvo la espada en la mano: no puede sorprenderle, aunque se queje ahora con razón de la "violencia feroz" ejercida en una sucursal en lugar ajeno.Toda muerte asestada es de lamentar; más la que se recibe por adorar a un dios distinto; muerte que, desde el otro lado,canonizará.Por eso lo mejor, para evitar los terrorismos de los talibán,los yihadistas, los pontífices y los dominicos, es separar la fe de cualquier crimen y considerarla a ella como la más peligrosa.Los dioses que enfrentan a muerte a unos hombres con otros son inventos humanos mal usados por los fanáticos administradores del misterio.
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FE ASESINAS
Antonio Gala
EL MUNDO 07.11.2010