Barcial de la Loma - Valladolid

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Tu pueblo quiere contestar a tus hermosas palabras.
Primero para agradecerte lo que de mi dices.
Segundo para aclarar ciertos detalles, de los que no me siento culpable, (Se que no me culpas) ni yo culpo de ciertas cosas a nadie. Las circunstancias han podido ser así. O no.
No por mi voluntad, es cierto que me encuentro en el centro de Castilla y no renuncio de mi nacimiento y ubicación. Orgulloso me encuentro. Aunque me hubiese gustado que me cruzase un río.Algo imposible al estar en una Loma.
¿Inerte, callado y solo? Sí.
Pero yo nunca me moví. Nunca hablé; siempre dejé que hablarán mis gentes por mí. Pocas veces lo han hecho. Casi nada en el pasado y ahora un poco más. Me debéis ver viejo y cascado. De los abuelos es de quien más se habla.
Lo de solo es cierto. Cada vez más. Cada sois menos los que paseáis mis calles. Cada vez son menos los gritos de los niños. Sus carreras y los murmullos de los vecinos en las noches de verano.
Solo estoy y solo me siento.
No duermo. Ya no. Agonizo. Es muy distinto aunque se pueda parecer. Me hablas de una mano generosa ¿Puede ser? ¡¡Adelante!!
No hubo flautista alguno. Solo conocí la huida. La marcha. Si hubo cantos de sirenas que llegaron hasta mis casas, vuestros hogares, y la seguisteis, como muchos marineros lo hicieron antes. Otros, los menos, imitaron a Ulises, taparon sus oídos con cera y se ataron a sus quehaceres , para no escuchar su llamada.
De haber habido Flautista le llamaríamos “Progreso”. Curioso pero es el mismo nombre desde donde llegaban los cantos de sirenas. Ese hombre hasta aquí sí llego. Llegó y se quedó, causando más mal que bien para mí, no para vosotros.
Durante muchos años pudisteis gracias a él de mejorar. Y a mí se me olvidó por completo. No os lo reprocho. Nunca os reprocharé nada.
Ningún padre reprocha nada a sus hijos. Pero la verdad es que me olvidasteis.
Progreso y tradición hacen mala conjunción. Y como casi siempre el primero devoró al segundo, con el que yo me sentía más a gusto.

¿Hay alguien que pueda entender que los dos juntos NO son incompatibles?

¡Caminar hacia la nada me preguntas! Nunca me moví. Crecí hacia donde decidisteis. Dejé espacios donde me derrumbasteis. No camino. Pero sí estoy llegando a la “nada”.

Viejo que soy y sin apenas cuidados, mi aspecto se va deteriorando día tras día. Mis tejados. Mis tapias de adobe y barro. Una tras otra mis viejas casas van desapareciendo. Cada día es mayor el espacio con nada, que el espacio ocupado.
En consecuencia cada día soy más “nada”. Pero sin caminar. ¡¡Ay si yo pudiera curar mis propias heridas!! De vosotros, mis hijos, dependo. No busques más lejos, ni más en el interior.

No busques otro axioma que el canto de sirenas proveniente del mundo del progreso. Eso trajo el viento. Su melodía. El tiempo sí vislumbra mi ocaso. Mi fin está marcado. Vivo de los plazos que él me da, al mismo tiempo que a vosotros os da.
No os dais cuenta que siempre os tuve. Os cobijé. Que mi falta de adaptación os obligó a marchar. Muchos no han vuelto. Otros vuelven solo a lo suyo. Pero yo sigo en los suspiros de todos. Tan solo ahí.
Recuerdas tu infancia, como muchos otros. Yo la preñe de esos colores y de las vivencias que ahora recuerdas. Entonces les tenía, tanto los colores como la posibilidad de animar a la vida. Más años atrás tuve más.

Ahora, estéril ya, solo me quedan dos colores: el marrón del barro trabajado desmoronándose y el negro en las sombras de las ruinas.
Solo me queda ya un consuelo. Tú lo dices: vivir en vuestra memoria y en ella hacerme inmortal.
¡Yo que vi como pasaban generación tras generación! Yo que viví y me alimente de la vida y las alegrías de muchos. Ahora a duras penas oigo el sonido que emite el arrastrar los pies, de los pocos que me insuflan sus viejas vidas. Su fin será mi fin. Los pueblos no somos las casas. Somos los espíritus que las habitan. Yo me iré con la última alma. Cuando esta se vaya, yo pasaré a ser recuerdo.
A vivir en vuestra memoria. A vivir sin vivir en mí, como escuché un día en una casa.
Por ahora es lo que hay.
Gracias de nuevo por tus palabras. Tu obra poética y tus pensamientos hacia mí. Pero créeme que nada depende de mí. Solo soy, tu, vuestro pueblo.

Barcial de la Loma

Barcial de la Loma. Mi pueblo, nuestro pueblo que se va quedando solo

la tristeza se siente cada vez más por las calles y las casas vacias

prácticamente todo el año. A pesar de la soledad que habita en él,

siendo el lugar de nuestras raices y en el que pasamos veranos

verdaderamente inolvidables. Lo que permanece y asi lo hará siempre

son nuestros antecesores que gracias a su trabajo y esfuerzo

consiguieron un pueblo unido y que se fuera desarrollando poco a poco.

La vida sigue transcurriendo en Barcial, de una forma para mi bonita

y sobre todo una tranquilidad de la que podemos disfrutar todos los

que acudimos alli huyendo del ruido y estrés de nuestras ciudades.

En esta epoca de verano vamos a Barcial a disfrutar del fresco que

hace en las casas que son un paraiso y de las noches estrelladas en

las que se contempla con claridad todo el firmamento. Noches en las

que a pesar de que pase el tiempo siguen siendo un remanso de paz y

tranquilidad interrumpida unicamente por el ruido de algún niño en la

plaza y en las noches en que sopla el viento, el ruido de los arboles

de nuestro entrañable regato. El olor en la época de la siega, de la

paja que proviene de las tierras y se respira de maravilla.

Que nuestro pueblo siga conservando sus raices y que la gente que alli

permanece a lo largo de todo el año nos acoja como normalmete lo hace.

Cuando al pueblo vayas.

Cuando al pueblo vayas,
colma tu mirada de doradas albas,
y de estrellas que nunca se acaban,
de cantar de grillos en noche cerrada,
de olores a flores y tierra mojada,
de horizontes puros en la mañana,
de graves silencios en la estepa parda.
Cuando al pueblo vayas,
colma tu mirada,
de amigos que encienden la parla
sin ninguna prisa en la madrugada.

Cuando al pueblo vayas.
guarda tu mirada,
al silente letargo de muerte anunciada.
Cuando al pueblo vayas.

Eco.

Barcial, nuestro querido y entrañable pueblo. Cuna de nuestras raices

que a estas alturas del año se queda triste y solo sin apenas gente

por las calles y las casas cerradas hasta que vuelva el buen tiempo.

Un ambiente frío no solo porque las temperaturas ya van bajando y

los días son cortos sino porque ya no encuetras a nadie con quien inter

cambiar unas palabras. La poca gente que queda en el pueblo esta en sus

casa o en el bar pasando la tarde para que se haga mas llevadera.

Atrás queda el verano que por los que por suerte este año le hemos

pasado allí hemos disfrutado mucho con la pena que nos queda de tener

que esperar otro año para volver. Esos paseos que hemos disfrutado al

amanecer y las puestas de sol que han quedado como recuerdo en nuestros

ojos ahora se convierten en parte de nuestra vida que no olvidamos,

cuando estamos en nuestro lugar agobiados por el trabajo y el ruido

recordamos esos momentos y nos dan fuerzas para seguir. Ahora las

mañanas en el pueblo son frías y silenciosas solo roto ese silencio

por el ladrido de algún perro o algun pajarillo que todavia queda,

y la escarcha que ya empieza a hacer su presencia que poco a poco se

irá convirtiendo en unas buenas heladas y las tardes tristes que

guardan en su recuerdo el bullicio de la gente en verano, la plaza

ahora solitaria descansa despues del verano que ha pasado llena de

gente. Y al atardecer, los arboles del regato se mueven incesantemente

con el viento que cada dia nos acompaña. Que la gente que pasa todo

el año en el pueblo lo lleve lo mejor posible que enseguida vuelve

otro verano y la gente con el. En Barcial de nuestras almas donde somos

bien recibidos.

Es cierto lo que se está diciendo de Barcial un pueblo maravilloso

para alguno de nosotros en el que cuando vamos olvidamos nuestro

quehacer diario y volvemos renovados. Silencioso nos acoge en su

soledad y hace que nos sintamos parte de él.

Sigo el relato emotivo de 30.09.2009. Con permiso.

Y los que nos vamos,
dejamos el alma en estos lugares,
y ahogamos la pena en recuerdos,
y abrimos el foro y vibramos
cuando vemos Barcial de la Loma,
sus gentes, sus calles y su palomares.
Y cuando volvemos, siempre es primavera
pa nosotros, los que nos piramos,
encontramos de verde los mares
de verde las eras,
aunque Enero sea el mes que arribamos.

Eco.

Cualquier mes del año que vuelvo a Barcial

disfruto de la inmensidad de sus campos, esa meseta

ahora entre el verde de lo que ya va naciendo tímidamente

y el marrón de los barbechos, combinación de colores que

nos muestra otra época del año y el inicio de una nueva cosecha.

El marrón de las tierras y el marrón de nuestras típicas casas

de adobe que permanecen con el paso del tiempo y que son una

estampa única y el trabajo de nuestros antepasados y que siguen

firmes aguantando el paso del tiempo.

Pasear ahora por las calles frías y oscuras de Barcial sin ver

a nadie es una forma de relajarte y pensar tenemos suerte de

tener un pueblo como éste ahora triste pero en el que te puedes

evadir de todo.

Cuando regresemos en primavera para festejar a nuestro patrón

y veamos ya los campos con flores y las tierras que ya lucen sus

espigas pensaremos que otro triste invierno pasó en Barcial y sus

gentes han aguantado otro más. A partir de entonces la gente ya

empieza a regresar a ese remanso de paz que es Barcial, nuestro

querido pueblo

Barcial mi pueblo que va muriendo poco a poco pero en el que

cuando vamos aun podemos disfrutar de sus amaneceres y puestas

de sol sobre todo en verano porque ahora el frio lo hace un poco

mas duro y de esas "parladas" que siempre que puedo entablo con

la gente que alli vive y ya tiene unos años de los que siempre

aprendemos cosas y nos cuentas historias relacionadas con las

personas que han vivido en Barcial. Estos recuerdos que cuando ellos

ya no estén voy a conservar como una parte de mi historia. Es una

pena que quede tan poca gente pero hasta de que llegue el fin voy

a aprovechar al máximo pues su experiencia de la vida es muy distinta

a la que por suerte o por desgracia nos ha tocado vivir a nosotros

en las ciudades porque a pesar de tener un trabajo mas "cómodo" que

ellos generalmente no vivimos las cosas pequeñas de cada dia como

lo han hecho ellos.

Barcial que te vas quedando pequeño pero así y todo conservas

cosas de las que disfrutar.