Barcial de la Loma - Valladolid

Hola tío Cele:
Te digo hola porque aunque ya no te podamos ver físicamente, uno nunca está ausente mientras viva en el corazón de al menos una sola persona.
Tú lo harás en las de muchas.
¿Por qué?
Sencillamente por ser una persona entrañable, con todo lo que entraña esta palabra que parece tan sencilla.
Buen padre y mejor esposo. Cariñoso. Bravo, como los toros de mejor encaste. Social. Sincero. Luchador infatigable por la justicia hacia las persona y hacia los hechos.
Nunca podré olvidarte por las miles de cosas habladas, vividas y sentidas.
Siempre tenías la palabra adecuada. Siempre positiva.
O al menos me lo parecía.
Y podría contar de ti para demostrarlo todo un libro.
Solo lo haré con una. Una que me llegó a lo más profundo de mi corazón:
Te fui a visitar al Hospital en la última ocasión que estuviste ingresado. Te habían bajado de la UCI. Estabas aún soñoliento por los tranquilizantes. Entrábamos por la puerta Bitxo y yo y te dijo Ana, siempre pendiente de ti: “El Torba y Bitxo vienen a verte”. Al acercarnos para besarte apenas sin mover los labios, dijiste: “A Bitxo la quiero mucho. El Torba es noble” Y callaste.
Esas palabras en unos momentos graves que personalmente estaba viviendo, precisamente acusado de todo lo contrario, me llegaron al alma, y me dieron la fuerza suficiente no solo para reconocer mi error sino para seguir en la brecha, por venir no solo de una persona sabia de la vida como tu, sino de una persona que me conocía y que me quería.

Siempre hablaré de ti en presente. Porque siempre estarás.
Algo que te quiero comentar. Hasta ahora he enterrado dos cuerpos de las personas que más quiero. Visto con la edad suficiente, por mi parte, para discernir y comprender lo que realmente es el cariño. Enrique, mi suegro y tú.
En ambos casos, algún enchufe debéis de tener. No sé donde ni con quien.
Pero ese “alguien” hizo que las nubes lloraran por vosotros cuando os dábamos sepultura al cuerpo.
Algunos dirán que era lluvia. No probaron el agua que caía.
Yo les digo que eran lágrimas. Estaba salada como las lagrimas.

Cele, tío “Chuli”, te echaremos de menos, hasta que nos acostumbremos a tu ausencia física.
Pero siempre estarás en nuestro interior. Donde viven los inmortales.
Tú te lo has ganado.
¡Hasta mañana!

Para ti siempre TORBA

Un beso tía.

Borrado por un Moderador.

Como diría Machado, era Celerino "en el buen sentido de la palabra, un hombre bueno". He sentido su muerte y mando una abrazo intenso a José Manuel, a Chele, Isabel, Ana y a Juana.
Un abrazo para todos de toda mi familia:
Salva, Dioni, Adrián y Álvaro