Barcial de la Loma - Valladolid

Diario EL MUNDO
LORENZO SILVA

Los indignados al Samur: 'Dejadlos morir'

El testimonio de un trabajador de las emergencias que atendió a los policías heridos.

Lo que contaré a continuación son hechos, y el relato procede de una fuente que, al menos para mí, resulta completamente fiable. Es alguien a quien conozco de hace tiempo, por razones que no tienen que ver con su oficio, ni con sus ideas ni con las mías, que dicho sea de paso vienen a coincidir en la sensibilidad frente a una sociedad injusta en la que los platos rotos los pagan siempre los que menos tienen y pueden, mientras los poderosos salen indemnes de sus picardías, sus pifias o, incluso, sus delitos.

Digamos que ambos tiramos a la izquierda y vemos muchas razones para manifestarse contra un orden de cosas decepcionante. Me dice que se ha manifestado muchas veces, y que si el sábado no lo hizo fue simplemente porque no podía hacerlo. Mi fuente es un trabajador de las emergencias médicas de Madrid, que el día 22 estaba de servicio. Permítanme que no dé más detalles, porque nada de lo que me ha confiado quiere que le sea reconocido como mérito por nadie, ni yo deseo que le acarree represalias.

La historia viene del dolor y la vergüenza, y ahí debe quedar, sin contaminarse de ese circuito sórdido de la búsqueda de la recompensa y el miedo al castigo que mueve las acciones de todos los que nunca leyeron la Ética de Spinoza; aquel hebreo que dejó escrito que toda la recompensa del bien obrar es obrar bien, y el principal castigo del mal, haberlo hecho.
Mi confidente estaba en un puesto sanitario avanzado (PSA) al que al término de la manifestación empezaron a llegar antidisturbios heridos, en brazos de sus compañeros.

«En cinco minutos pudieron llegar siete u ocho policías de la UIP [Unidad de Intervención Policial] y uno de la UCE -antidisturbios de la Policía Municipal- con caras ensangrentadas, alguno con disminución del nivel de consciencia y cascos abollados, por lo que se suponía que eran adoquines. Hubo que estabilizarlos, valorar sus heridas y calmar su ansiedad, porque venían asustados. Vi caras desencajadas de esos hombres de casi dos metros, llamadas a sus mujeres y situaciones tensas cuando coincidieron en el PSA policías y manifestantes».

«No vi en ningún policía ni una mirada que tradujera odio o ánimo de venganza hacia ninguno de sus agresores. En el exterior, sin embargo, acompañantes de los manifestantes heridos nos gritaban a los trabajadores del Samur que éramos cómplices y que no atendiéramos a policías, que los dejásemos morir».

«Aplaudían cada vez que entraba un policía herido, e incluso llegaron a arrojar un petardo junto al PSA. Acabamos necesitando un cordón policial para poder trabajar con un mínimo de seguridad».

Refiere este trabajador, igualmente, cómo advirtió, desde su posición, la posible presencia de policías infiltrados como manifestantes: «En el exterior del PSA, unos manifestantes identificaron a un grupo de policías infiltrados vestidos de paisano. Los acorralaron profiriendo insultos y retándoles a pelear. Fui testigo directo de esta situación y sí parecía que eran realmente policías. Se refugiaron detrás del PSA para no poner en peligro el dispositivo sanitario, pero cerca por si acaso. No eran dos o tres encapuchados los que les amenazaban, era mucha gente, algunos quizá por solidaridad con los manifestantes».

Cuando llegó el momento de evacuar a los policías heridos continuó la fiesta y la presión. Así lo recuerda el testigo: «Afortunadamente, ningún manifestante o periodista precisó traslado urgente, sólo un policía precisó traslado en UVI móvil por un síncope recuperado tras una pedrada en la cabeza. Tuvimos que meter a los policías de dos en dos en ambulancia y por la puerta de atrás, pegada al PSA para evitar el trayecto a pie desde el PSA a la ambulancia, por su seguridad y entre silbidos».

En total, en el PSA valoraron a 61 pacientes hasta las 23.00 horas del sábado. Una estampa que se le quedó grabada al testigo fue la del único antidisturbios municipal, que estuvo 40 minutos solo, sin que ninguno de sus jefes acudiera a interesarse por él, mientras que los policías nacionales recibían incluso la visita de su director general.

«Lo que más me duele», dijo el policía, «no es la rodilla, sino que nadie haya llamado siquiera». Al final acabaron apareciendo sus jefes y se hicieron cargo de su traslado y de avisar a su familia, pero la imagen de ese largo rato en soledad vino a resultar simbólica del desamparo de unos servidores públicos expuestos a las iras de la ciudadanía.

Y hasta aquí lo visto y contado por alguien que estuvo en primera línea y que no está contaminado por la propaganda de ninguno de los dos bandos en conflicto. En definitiva, lo más parecido a un testigo imparcial -eso que ya sabemos que no existe- que al menos este cronista ha encontrado respecto de los incidentes del 22-M. También el testigo tiene, cómo no, su opinión, y creo que vale la pena transcribirla.

«Yo también estoy harto, pero tengo la suerte de mantener la vocación casi intacta. Yo me debo a mis pacientes, encapuchados, policías, fotógrafos, ciudadanos... convivientes en esta nuestra sociedad herida».

Y para terminar, lo que menos vale de estas líneas, la opinión de quien recaba y recoge el testimonio. Alguien debería empezar a pensar, en el Gobierno, en el mal resultado que da tapar los problemas amontonando contra ellos policías. Ya se hizo en el pasado, en nuestro país, y la consecuencia es que se quema y deslegitima a las Fuerzas de Seguridad, que cualquier día acaban viéndose en el brete de usar las armas y provocar una desgracia, y los problemas siguen ahí.

Y alguien debería empezar a pensar, entre los portavoces de esa izquierda que dice reclamar dignidad, si pedirle a quien ha de curar que deje morir a un ser humano es realmente de izquierdas. Si acaba aceptándose eso, algunos que lo somos y no podremos ser jamás de derechas, tendremos que afiliarnos a la izquierda de un país imaginario

Esta mañana lo he leído yo también y me ha dado toda la sensación de ser inventado, como si se tratara de otra novela más de tan ilustre autor.

Sindicatos policiales denuncian a los mandos superiores de la policía, por no prestar ayuda a los policías involucrados en los disturbios de Madrid, tras solicitar refuerzos.. Algo más de una docena de policías quedaron aislados de sus compañeros, siendo atacados cuando trataban de ayudar a un compañero herido, eran 15 y pidieron ayuda, cuando desde la central sus superiores les ordenaron aguantar. Y cuando llega el Samur, para auxiliar al policía herido, son arrasados por un grupo violento (obviamente organizado) que, a mi juicio, nada tenía que ver con la manifestación. Fallo imperdonable de los mandos policiales, habrá dimisiones seguro. Y contra estos grupos violentos mano dura, sin contemplaciones.

Comentario para el no registrado 11944526

Pues los comentarios de Antena 3 TV corroboran lo que el articulista dice, o tal vez sea una alucinación mía, al igual que las imágenes de manifestantes reprendiendo a un grupo de lo agresores… figuraciones mías.

Comentario para el no registrado 11944861

Estoy de acuerdo con lo que dices en tu escrito, pero ten cuidado no lo digas muy alto eso de mano dura con los violentos, por nunca falta quien pudiera tacharte de fascista.
Solo añadir que si no hay dimisiones debería haber ceses inmediatos.

Yo creo que se sea de derechas, de izquierdas o de lo que uno quiera, una cosa como lo que contais y se ha visto por televisión, no puede ser defendido por nadie con dos dedos de frente, otra cosa es que se identifique a la manifestación que fué pacífica, con esos energúmenos que los hay en todos los sitios y que no es necesario que haya manifestaciones para que actúen y hagan gamberradas. En Zaragoza desde casi hace un año todos los fines de semana y en distintos barrios queman varios contenedores y a veces coches que están cerca de los mismos, igual que árboles, y eso es indignante para cualquiera. No creo que tengan ninguna ideología, simplemente hacer mal, y ójala los pillen y se pasen el tiempo necesario haciendo trabajos para la comunidad hasta que paguen los desperfectos o cualquier otro castigo que resarza a los demás de sus gamberradas.
Saludos.

Ter39sa, el planteamiento ideológico que haces, que no es otro que el que genera el sentido común, de que por encima de tendencias políticas esta el respeto y el orden, que es tanto como respetar a los conciudadanos y en consecuencia al país. El estado de derecho junto con una inmensa mayoría de la ciudadanía, están pidiendo a gritos contundencia social hacia estos dictadores antidemocráticos; y a mi entender no es suficiente con lo que tú propones.

No hace mucho comparabas una actitud mía (ahora no recuerdo el tema en cuestión, tal vez te acuerdes tú) con el “buenismo” de Marhuenda; pues bien, creo que ahora eres tú quien practica ese "buenismo".
Dices "gamberradas"... no, no, esto que ha ocurrido no son gamberradas, son delitos en toda regla contra la integridad física de nuestros policías y contra el orden natural al que todos tenemos derecho y obligación de preservar.

Si, tienen una ideología, la extrema izquierda y las asociaciones antisistema la tienen... "de la calle al poder" pasando por donde haga falta, otra cosa es mirar para otro lado donde eso no se ve, como suele hacer la otra izquierda que no es la extrema.

En el tema de Burgos (las protestas por celebre paseo), los sindicatos adoctrinaron a los manifestantes en locales expresamente alquilados para ello... esto en si mismo y aisladamente no implica a mi juicio nada ilegal ni peligroso (aunque a mi no me gusta que se adoctrine a nadie y menos en locales alquilados con mi dinero), pero da una idea de los verdaderos fines de estas prácticas, las propias declaraciones de los responsables sindicales de Burgos "debemos probar esto aquí, y extender la revolución a toda España".

Hablas de trabajos para la comunidad como castigo, y me parece muy bien para algunos, pero para otros LA CÁRCEL si procede por los delitos cometidos, y como muy bien dices, sin perjuicio del religioso pago de los costes del material destruido; y si la ley no lo prevé, cámbiese la ley, suspéndase a los jueces tolerantes como el infame de "jueces para la democracia" que puso en libertad sin cargos a los detenidos cuando intentaron asaltar el congreso, lo cual y según la ley en si mismo ya constituye un delito.
El juez de ahora los ha puesto en la calle otra vez, ha sido con cargos, pero sin haber esperado al informe individualizado del fiscal, y si la ley no lo prevé así, cámbiese la ley.

“Si al final no pasa nada, nos ponen en la calle" y si nos ponen multas o fianzas “paga la asociación”… ¿Tendrán algo que ver Venezuela y Cuba en esto de las asociaciones?, habrá que preguntar a un actor que vive en Cuba a cuerpo de rey, y también a algún catedrático de la Complutense. En consecuencia cunde la sensación de debilidad del estado de derecho, lo que además lamentablemente es cierto.

Por otro lado tenemos a un PP aco**nado, que tal vez por un temor irracional a que le culpen de “duro” probablemente ha permitido esto.

En Francia o Alemania, también zurran duro las fuerzas del orden, y también son criticadas por ello, seguramente unas veces con razón y otras sin ella, pero te aseguro que nadie en esos países piensa que el estado de derecho es débil.

También hay quien piensa que todo esto esta inventado y es una novela…

Mira GRS: quizá en ese momento que escribí, no encontré la palabra adecuada que no es la de gamberro, de acuerdo, pero tampoco me creo lo que dices de extrema izquierda, adoctrinados por no se quién y que quieren ganar en la calle lo que no ganan en las urnas. La gente que iba en la manifestación era gente de toda España harta de lo mal que lo están pasando y que no creo que tuvieran ninguna intención de que acabara todo así. No sé de que tipo es esta gente que hace ésto pero también es verdad que en estos barullos pagan a veces justos por pecadores, pero a esta "pandilla" con todos los vídeos que hay a ver si los cogen y reciben el castigo merecido, la gente que ha estado caminando tantos días no se merecen este final.
Y de lo de Gamonal opino lo mismo, un grupo de vecinos que ven cómo manipula su barrio un alcalde que no mira por ellos sino por lo que le interesa a él y llega un momento que se le "Hinchan" las narices y se echan a la calle y no hay segundas intenciones.¿El grupo violento? yo no sé de dónde vienen pero son los mismos en todos los sitios, o al menos tienen los mismos métodos y no creo tampoco que tengan la intención de acabar con el poder ni mucho menos sino de hacerse notar.
Saludos.

Le pese a quien le pese, las movilizaciones del 22M fueron un éxito de participación, por mucho que se empeñen en decir que eran 4.000, la pena es que como siemppre solo se hable de los incidentes violentos protagonizados por una minoría ajena a la manifestación masiva y pacífica. No comparto la violencia, pero pobre España, con sus hijos MENDIGANDO pan y trabajo.

GRS, también se ha paseado por los medios de comunicación, entre ellos 13TV, el portavoz de la Confederación Española de Policía, Antonio Labrado, enseñando fotos de una muleta-pincho "intervenida" el 22-M, pero resulta que esa misma imagen ya había aparecido un día antes de las manifestaciones cuando la Policía informó de que había sido requisada en los Juzgados de Plaza de Castilla de Madrid. La propia Policía lo difundía el día 21.

También dijo que había policías heridos por arma blanca, pero en los partes de alta no figura ninguna herida de ese tipo.

Alguien miente, y no soy yo. Lo que pasa es que los hechos son tozudos y al Gobierno solamente le interesa lo negativo para que no se hable de la cruda realidad de la miseria que abunda por España.

Ya me gustaría escuchar lo tendrían quedecir estos ilustres señores si estuvieran ellos en la situación de los manifestantes.