Vilallonga/Villalonga - Valencia

En Valencia.

La Policía Local ha terminado la campaña anual de control de terrazas de los bares con un balance de 140 sanciones a 127 establecimientos. Las multas pueden llegar a los mil euros, aunque lo normal es que sean de 300 euros, indicaron fuentes municipales a LAS PROVINCIAS.
Este año se han producido menos casos que el anterior, indicaron las mismas fuentes, debido a la cuantía de las sanciones y a que la eclosión de terrazas ha ido de la mano de un respeto a las ordenanzas municipales.
De las 140 sanciones, 116 se han producido por exceso de mesas y sillas, la práctica más habitual con la que se han encontrado los agentes. Por toldos u otros elementos de la terraza se han contabilizado una decena de multas, mientras que por exceso de horarios se han llegado a los 14 expedientes.
Respecto a las inspecciones, tan sólo el 7,7% han derivado en una sanción, una cifra consideraba baja por los responsables policiales. En total, se han producido 1.811 revisiones de las condiciones de las terrazas. Tan sólo se han retirado cuatro mesas, lo que da idea del escaso número de bares que carecía de licencia municipal.
La normativa trata de compatibilizar la actividad hostelera con el uso de los viandantes de las zonas peatonales, los jardines y las aceras. Para esto, el Consistorio se sirve de la ordenanza de enero de 2009, donde se fijan unos criterios sobre la imagen de las terrazas y los materiales que deben emplearse en las mesas y sillas.
La campaña se ha realizado en toda la ciudad, aunque uno de los focos de atención ha sido el centro histórico. Precisamente fue para el distrito de Ciutat Vella donde se aprobaron unos criterios específicos destinados a elevar la calidad de las terrazas. El porcentaje de locales multados ha bajado este año, al quedarse en 2011 en el 8,75 de las inspecciones realizadas, con la retirada de una treintena de mesas y un centenar de sillas.
La escasa cifra de multas contrasta con las quejas de asociaciones vecinales de barrios como Ruzafa, el Carmen, Xúquer y la plaza Cánovas del Castillo, cuyos representantes reclamaron recientemente la tramitación de las sanciones graves a los bares de sus zonas.
El caso es que la Conselleria de Gobernación mantiene sólo en la ciudad de Valencia un «embudo» de 1.500 sanciones por tramitar debido al escaso número de funcionarios que tiene en el servicio. Además, hace inútil la eficacia de las sanciones de la Policía Local en las zonas de ocio.

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En Villalonga la PLV (Policia Local de Villalonga) también controla que los bares cierren a su hora obligada y que no se produce exceso de ruido, e incluso el exceso de colocación de mesas y sillas en la vía pública.