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Hay una pequeña serie de productos de libre recolección o silvestre que siempre han dependido de una economía marginal, ejercida por personas cuyos ingresos han estado siempre en la precariedad y al límite de la subsistencia ya que no siempre el trabajo remunerado ha estado al alcance de todos. Ahora,se les llama delincuentes.Para: hierbas medicinales,algas marinas,turba de castaño, bellotas, caracoles, setas, arándanos, moras, chatarra y cartón, etc..Hay unos cuantos importadores de caracoles, que están interesados en que no se recolecte ninguno y que los agricultores los acaben de exterminar con metaldehído al 5%. La excusa, la Sanidad, Trazabilidad, Fiscalidad, Granjas legalizadas.
Los caracoles recolectados antaño por gitanos (y payos)y adquiridos por los acopiadores que descartaban lo malo, podían llegar al restaurante con el 1% de vacíos o muertos. Ahora, con toda esta porquería llegada de ultramar, que hacen pasar por saneada y procedente de granjas sin intervención del SEPRONA,llegan al consumo un 9% de muertos.Hale y holé

Publicado en: levante-emv.com NOTICIAS Comarcas
El caracol ya no es cosa de cuatro aficionados aburridos que no saben qué hacer los domingos por la tarde. En los últimos dos años, auténticas bandas organizadas se han especializado en la recolección, intermediación y venta al por mayor de este molusco, una práctica que preocupa a la Guardia Civil porque puede esquilmar los campos y potenciar un comercio en negro al margen de los controles alimentarios. El pasado viernes la Guardia Civil requisaba en Huesca 11 toneladas de esta especie que supuestamente iban a ser colocadas para su venta de forma ilegal en mercados de la Comunitat Valenciana, Aragón y Cataluña. Unos días antes, agentes de este cuerpo policial intervenían, en un control de carretera de la AP-7, en Cabanes, otros 378 kilos.
De un tiempo a esta parte, numerosos grupos se dedican a capturar caracoles, sabedores de que es un producto fácil de la economía sumergida española y de que algunas especies son un auténtico manjar culinario muy cotizado. La actuación de estas bandas resulta demoledora tanto para el medio ambiente como para la economía, y la Guardia Civil ha ordenado a las Comandancias provinciales que redoblen sus esfuerzos para reprimirla, según fuentes policiales.
Con la llegada de la crisis, cientos de personas, en su mayoría inmigrantes, pueden estar dedicándose a este negocio lucrativo. Y más aún, su actividad clandestina puede afectar a las empresas del sector, ya tocadas desde hace años.

Recolección masiva
Un comunicado reciente del Seprona señala que las últimas operaciones policiales tratan de hacer frente a la "recolección masiva, transporte y comercialización ilícita de caracoles sin ningún tipo de control fiscal.
COMENTARIO: A costa de los más miserables e indigentes, los agentes del SEPRONA se cubren y cubrirán de gloria, consolidarán un producto pésimo y mandarán al paro a los acopiadores intermediarios, que sí que cotizaban a la Hacienda y lo que comercializaban tenía una trazabilidad segura: procedían de nuestros campos.