Siete Aguas - Valencia

Estoy leyendo en este foro algunos comentarios que abiertamente exponen que el PP ha inflado el censo electoral con gente de fuera para poder ganar. Muy bien, eso no es una opinión es acusar a alguien la comisión de un delito. Simplemente un reflexión – y van dos ya -. Si ahora escribiera en este foro que Nuestro Señor Presidente del Gobierno de España al que Dios guarde muchos años, Excmo. Sr. D. José Luis Rodríguez Zapatero ha robado el oro del Banco de España y se lo ha llevado a Rusia, inmediatamente debería de ir corriendo con las pruebas en la mano al Juzgado de Guardia de Requena y presentar una Querella contra él y sus posibles compinches para que lo encerraran por una buena temporada. Si no lo hiciera, lo escrito seria una patochada, una estupidez, una mamarrachada dicha en un momento de alucinación interplanetaria o llevado por un rencor absoluto y despiadado hacia esa persona. Señoras y señores, menos escribir y más actuar. Si están convencidos y saben de ciencia cierta la comisión de algún delito, vayan inmediatamente al Juzgado de Guardia, sino, sencillamente se abstengan de acusar a alguien sin pruebas. En estos foros, según creo, se trata de opinar, debatir ideas o criticar actuaciones, pero cuando acusas a alguien de cometer un delito, pruébalo o abstente de hacerlo. Y por cierto, esto vale para quien diga lo mismo del resto de las candidaturas. En estos temas, según mi humilde opinión, tan válida como la de otro cualquiera, faltaría más, o todos somos moros o todos cristianos. Recibid un cordial saludo.

Exacto,amigo sieteaguero.las cosas se demuestran con hechos y no con palabras.el que sabe de un delito y no lo denuncia pasa automaticamente a ser complice de ese delito,por lo tanto menos hablar y mas actuar.comparto tu humilde opinion.

Pero si aquí todo vale: acusar, amenazar, culpar, traicionar, etc..

Asumir responsabilidades es mas difícil, y no hablo devla gestión municipal en si, pero el estado de abandono de nuestro pueblo parte de culpa es nuestra, hemos estado aletargados, hemos dejado que otros hagan el trabajo sucio, y ahora nos ponemos a hablar de quien tiene la culpa y el color que nos debe gobernar.

Asumir que aquí hay personas y no colores. Tener en cuenta que tarde o temprano otros tendrán que hacer de nuevo estas cosas, y a ver quien es el guapo si luego encima le toca oír reproches. El pueblo tiene colores para todos, pero solo unos pocos lo colorean