La CNT reclama el casino obrero de Polinyà Levante-EMV / 13-03-2011 El pasado mes de octubre, los más de 200 socios de la Societat Obrera de Polinyà festejaron con una modesta cena la recuperación de su casino. Agricultores y trabajadores fundaron en 1919 esta sociedad. Ellos, con sus contribuciones económicas y con sus manos, alzaron el casino que, en 1939 fue incautado por el régimen franquista por considerar a la sociedad afecta a la CNT y la UGT.
Desde 1977, la sociedad reclama la titularidad del casino y rebate los argumentos de la Confederación Nacional de Trabajadores (CNT) y de la Unión General de Trabajadores (UGT), repetidamente beneficiadas por los decretos de devolución de patrimonio sindical y que se disputan la propiedad del casino para lograr la indemnización.
En junio de 2010, una sentencia del Tribunal Supremo, que acordó devolver el casino a los agricultores, parecía hacer cerrado el proceso y, tras varios meses a la espera de que la sentencia fuera firme, en octubre los socios decidieron festejarlo. Sin embargo, ese mismo mes, la CNT les dio una sorpresa al presentar un recurso de casación que deja, de nuevo, en suspenso la devolución del casino.
La CNT pide al Supremo que les dé la razón al igual como ha hecho en otras ocasiones y para ello presenta sentencias similares que le han sido favorables. Es lo que se conoce técnicamente como recurso de casación para la unificación de la doctrina, explica el abogado Juan Vicente Santos, también socio de la Societat Obrera y que asiste a los labradores en el litigio.
El Estado, a favor de la Societat Tras la sorpresa de la CNT, los agricultores polinyaneros han recibido otra. Después de años oponiéndose a la aspiración de la Societat Obrera, la Abogacía del Estado da ahora la razón al sindicato de Polinyà y pide al Tribunal Supremo que rechace el recurso presentado por la CNT.
Según el escrito presentado por el abogado del Estado, existen razones que prueban la titularidad del casino y validan, por tanto, la sentencia del TS: que la sociedad recurrente depositó los estatutos de constitución y las actas de elecciones al amparo de la ley, por lo que "su naturaleza sindical es innegable"; que la Societat Obrera "tenía personalidad propia desde 1919, debiendo calificarse de sindical su actividad antes de la incautación"; y, por último, que la titularidad del inmueble "fue siempre disfrutada por la Sociedad Obrera de Trabajadores del Campo y Oficios Varios de Polinyà del Xúquer".
Un local usado por los socios Y así es. A pesar de que la titularidad del inmueble ha cambiado de manos, tras la guerra, siguieron siendo los socios de la Societat Obrera quienes usaron este edificio, que aún mantienen en uso como sede social a pesar de que hoy por hoy es propiedad del ayuntamiento.
A falta de la resolución del Tribunal Supremo, que zanjará definitivamente el tema de la propiedad del casino, los socios mantienen viva la Societat Obrera y su sede, aún inacabada porque la guerra les pilló con las obras a medio hacer, como narraba el pasado mes de agosto a Levante-EMV el actual presidente de la sociedad, Juan Bautista Colomar.
Una lucha de más de 30 años para probar la titularidad del local
A lo largo de más de treinta años, la Sociedad Obrera de Trabajadores del Campo y Oficios Varios de Polinyà del Xúquer ha tenido que demostrar que el sindicato actual existe y que éste es heredero del que fundaron en 1919 un grupo de agricultores y obreros. La existencia de otro sindicato de igual nombre pero ubicado en Benicull de Xúquer (localidad que entonces quedaba dentro del municipio de Polinyà) ha obstaculizado el esclarecimiento de este hecho, explica el abogado Juan Vicente Santos.
Asimismo, los socios han tenido que demostrar que el casino existe, está en pie y su retorno es posible, en lo que el Ayuntamiento de Polinyà ha jugado un papel importante pues en varias ocasiones ha demostrado su interés por devolver el patrimonio al sindicato.
Y en este largo y complicado camino, han tenido que disputarle la titularidad a la CNT y la UGT, dos organizaciones que han intentado "apropiarse del local" aprovechando la coletilla que el exministro de Trabajo y presidente del Gobierno republicano Francisco Largo Caballero utilizó para definir a la Societat Obrera, a la que en una relación de los sindicatos existentes en la época calificó como "afecta a la CNT y la UGT", una vaga referencia que estas organizaciones han utilizado para tratar de obtener la indemnización que los gobiernos democráticos han ido ofreciendo para reparar el expolio franquista, según comenta el secretario de la sociedad, Joan Andrés Terenti.
