Marines - Valencia

Permitidme que perturbe la paz de vuestros hogares para haceros llegar una reflexión que también pudiera ser tomada en tono de advertencia. En la vorágine de estos tiempos que nos está tocando vivir, han salido de la oscuridad de sus guaridas millones de intelectuales que usan eso que llaman redes sociales para publicitarse emulando los anuncios por palabras de prostitución en la prensa. Este movimiento planetario ofrece al espectador la posibilidad de intercambiar caras y nombres de desconocidos, o quizá del vecino, para acumular cromos en su álbum o perfil. Todavía no conozco a ninguno de estos intelectuales que haya completado el álbum, pero yo os animo a que creéis perfiles inventados para poder satisfacer la ansiedad de amistad de estos seres anunciados en facebook que constituyen la vanguardia intelectual de la sociedad del futuro. Yo sin embargo, como no tengo facebook me conformo con usar internet como la red pornográfica global que Dios dio a los hombres.

Cuanta razón tienes, estimado amigo. Yo no habría expresado mejor el desprecio visceral que siento ante ese panfleto insulso del bencebook. Hace unos días en el programa de Juan Manuel de Prada en Intereconomía, se realizó un coloquio tras la proyección de la película Cinema Paradiso. El tema del debate era la perdida de la tradición, y efectivamente estoy de acuerdo con este hecho desgraciado para nuestra generación y las futuras. En el caso que nos ocupa la tradición desde la aparición de la red, era que la pornografía fuese el motor de la evolución de internet. Sin embargo el afán de mostrarse, origen de la desigualdad entre los hombres, ha hecho que el exhibicionismo global haya transformado internet en un Universo obsceno.

jajajajaj..... cambia de nick por lo menos que no se note que eres el mismo.......... "Cuanta razon tienes.....""