Llaurí - Valencia

Han llamado a mi puerta dos veces en lo que va de año. Con varios meses entre la primera y la segunda visita. Son dos personas jóvenes, ella está en segundo plano. Callada, observadora, lista. Él actúa de "prima dona" con su pañuelo palestino al cuello, es el que habla, razona, convence. O eso intenta. Bien comidos los dos, vestidos razonables, buen reloj.
Después de presentarse como agentes de Iberdrola mostrando una tarjeta de pega, empieza su perorata sobre lo cara que está la tarifa eléctrica. Con este comienzo intenta ganarse unos minutos. Rápidamente intenta que le informes de lo que no sabe:
- con quién tienes contratada "la luz".
- si pagas las cuotas mes a mes o bimestralmente.
- la potencia contratada.
Se atreven hasta pedir la factura de meses anteriores, para ver la información a gusto.
Son varias las consideraciones que se pueden hacer.
La primera, si fueran trabajadores de la empresa que dicen ser, la información que solicitan, la pueden obtener por vía interna de la empresa en si, ya que es ella la que gira las facturas con toda la información detallada.
La segunda, todas las empresas como Telefónica, Iberdrola, Gas Natural, Aguas de Valencia..., cuando van a hacer alguna campaña o acción en una población o barrio, lo publicitan con una semana de antelación en prensa, radio, el bando y carteles que se reparten incluso por los portales de la vivienda, de modo que todos sabemos que recibiremos la visita de un comercial, técnico o lo que sea menester. Por supuesto, estos agentes, están perfectamente identificados con una tarjeta de identificación con foto, nombre y cargo en la empresa en cuestión.
La tercera, estos agentes bien identificados, ya disponen de toda la información relevante a nosotros y a la naturaleza de la gestión que se trata.
Es importante recordar que ante un caso sospechoso, personas que inspiran desconfianza, o que no se vea claro el asunto, lo mejor es cerrar la puerta sin esperar a nada. No es obligatorio hablar con desconocidos ante la puerta de nuestro domicilio. Nunca entregar información sobre nuestro domicilio, familia, costumbres, etc.
Si se ponen pesados es bueno informarles de que vamos a llamar a la policía.
Si en tu entorno hay personas mayores que pueden resultar engañadas, hazles una foto, por si hiciera falta buscarles. Ellos están en la calle y tú en tu casa.