carta de una profesora Una amiga me ha enviado este correo es una respuesta a las explicaciones que pide De Cospedal por la huelga de los profesores de secundaria " POR LA EDUCACIÓN PÚBLICA, SIN VERGÜENZA Soy profesor@ de la educación pública. Sí, me atrevo a confesarlo también públicamente. Y también mis hijos son alumn@s que van a la escuela pública, la que no discrimina. Soy profesor@ de la pública, sí, y, sin vergüenza, he hecho huelga en defensa de la educación pública, la de tod@s, porque la educación privada, la de algún@s, ya se encargan sus dueños y algunos políticos de defenderla, con todo su derecho, por supuesto. Soy profesor@ de la pública, sí, y, sin vergüenza, voy a dar las explicaciones que, sin vergüenza también, la señora De Cospedal dice que debemos dar los que hicimos huelga. Debería bastar, para los demócratas, con decir que he apoyado la huelga porque como trabajador@ tengo ese derecho constitucional. Usted ha decidido cambiar mis condiciones laborales por decreto, que también es constitucional y yo he decidido ejercer mi derecho a la huelga que nuestra democracia protege.Señora De Cospedal, usted pide una explicación, sin vergüenza, cuando sabe que la razón de los que hicimos huelga y también de otros que no la hicieron es que nos sentimos maltratados cuando dicen que solamente nos hacen trabajar dos horas más con los alumnos. Y lo dice, sin vergüenza, sabiendo, o debiendo saber, por su cargo, que esas dos horas suponen más horas de trabajo a las que ya trabajamos semanalmente que usted sabe o debe saber no son 20. Dos horas más de una asignatura puede suponer un grupo más de clase, con veinte alumnos más , a los que hay que enseñar, hablar, informar, formar, tratar, instruir, educar, corregir, a veces soportar y sufrir, examinar, evaluar, etc. Todos son verbos que implican trabajo y , ese trabajo, ya no son solamente dos horas más porque una parte de ese trabajo se realiza fuera del aula, sin esos alumnos, en el instituto o en casa (sí, los profesores nos llevamos el trabajo a casa, como tantas personas). señora De Cospedal,usted ha decretado que trabaje varias horas más a la semana, eso sí, por el mismo sueldo. Con lo que también ha rebajado el precio de mi trabajo, es decir, mi salario. Todo esto ya podría ser un motivo para hacer una huelga sin vergüenza, con orgullo por defender nuestra dignidad como trabajadores. Pero hay más razones y motivos. Y ya que la señora De Cospedal, sin vergüenza, me pide que los explique pues lo haré. Esta explicación no es gratis: la he pagado, como debe ser, por supuesto, con el sueldo que pierdo por hacer huelga. Por cierto, ese dinero que no vamos a cobrar los que hicimos huelga ya los puede emplear en mejorar los servicios públicos educativos o de otro tipo. Y Señora De Cospedal, pues sí, hay motivos. Al aumentar, por decreto, saltándose todo lo hasta ahora reconocido y pactado, en dos horas lectivas el trabajo del profesorado, hay menos profesorado en la educación pública en relación al alumnado que, por cierto, ha aumentado en número. Más alumnado y menos profesorado para ese aumento. Justamente lo contrario para mejorar la calidad de la educación pública que ayuda al desarrollo económico pero también social. Hay menos profesorado para el aumento del alumnado, pero también para el trabajo más complejo que es el apoyo a los que más ayuda necesitan para aprender aunque solamente sea lo básico. Este también podría ser otro motivo. Pero, bueno, sin vergüenza, voy a exponer otros. El curso comenzó sin horarios legales, vamos sin horarios en los centros y fue porque la consejería de su gobierno, señora De Cospedal, no envió las órdenes de forma clara y legal hasta casi la mitad de septiembre. El curso comenzaba el 14 y su decreto sobre nuestros horarios se publicó el 15. Los horarios no se hacen de un día para otro. Los alumnos, los hijos de esas familias a las que debo dar explicaciones de mi huelga de un día, estuvieron sin clase tres días, como mínimo, y supongo que esta explicación la debería dar usted, sin vergüenza, señora De Cospedal. Señora Cospedal,me pide, sin vergüenza, que explique los motivos de mi huelga. Pues añado otros importantes, sin vergüenza de hacerlo. Usted, señora De Cospedal, ha actuado, sin vergüenza, sobre la educación pública pero, que yo sepa, no ha actuado sobre el dinero público con que se pagan los privados (a los que se conoce como concertados). ¿En ese dinero no hay que ahorrar? ¿Solamente en el dinero para los centros públicos y no para los privados? Yo no tengo clara la razón, tan solo me viene a la memoria que una de las primeras declaraciones que hizo su consejero de Educación fue que había desequilibrio o desbarajuste entre los centros públicos y los centros privados (hablaba de las escuelas infantiles) y que había que cambiar eso. A favor de la privada, claro. No dijo a favor de la pública. Hasta ahora he expuesto, sin vergüenza, algunas de las explicaciones que usted, señora De Cospedal, sin vergüenza, dijo que debíamos dar los profesores de educación pública en huelga. Puede ser que lo que hasta ahora ejercía sin vergüenza, mi trabajo de profesor desde hace años, lo tenga que realizar de otra forma, puede ser que se me trate de avergonzar por defender la educación pública que es la que no discrimina, no separa por el sexo, ni por la religión, ni por el origen social, ni por poder comprar uniforme, ni por tener dinero para pagar actividades… El que usted , señora de Cospedal, Presidenta de Castilla-La Mancha, pida públicamente que los que hicimos huelga debemos dar explicaciones, como si hubiéramos cometido algo deshonroso, deshonesto, insolidario, etc. , en estos tiempos de incertidumbre, no ayuda a mejorar nuestra imagen ante la sociedad. Hay políticos , de su partido por cierto, que han menospreciado y difamado al profesorado al decir que solo nos piden trabajar dos horas más y que trabajábamos 18. Han insinuado y han potenciado prejuicios y falsedades existentes sobre el profesorado en una parte de la población. Por cierto, ninguna ley de autoridad para el profesorado que usted quiera aprobar recuperará ese maltrato a nuestra imagen como profesores ni a nuestra dignidad como trabajadores. La autoridad se gana con el respeto, no con la imposición ni por decreto. Y vuelvo a confesar, sin vergüenza, que soy profesora de la educación pública. Y sí, ya sé que lo que he escrito muy poca gente lo leerá. No se suele leer, y menos textos y párrafos largos. Preferimos lo cómodo y lo simple: los profesores no quieren trabajar y no quieren ayudar a salir de la crisis. Mensajes simplistas, llenos de ignorancia, o de mala fe. Similar al de “todos los políticos mienten, cobran mucho y son corruptos” o " Señora De Cospedal ya que pide recortes a muchos ¿por qué no se recorta sus sueldos y sus ingresos? " |