Yuncos - Toledo

La noticia de la menor que, con sólo 10 años, dio a luz a una niña en la localidad de Lebrija ha hecho correr ríos de tinta —perdón, esta expresión es impropia de la era digital: queríamos decir que ha arrasado unos cuantos megabytes de los servidores—, reavivando sórdidas polémicas. La familia, ajena al escándalo, siempre ha mantenido que, en su sangre, la precocidad es habitual. Aunque ni ellos esperaban una prueba tan demoledora como el hecho de que la hija en cuestión, nacida el pasado 26 de octubre, pasó la pubertad el miércoles.

Andreetta (así se llama la criatura) pegó el estirón la noche del martes al miércoles, para conmoción de su parentela y de la cuna que la alojaba (todavía están recogiendo trozos de barandilla), y aunque la pubertad fue difícil por culpa de un bullicioso problema de acné, los granos remitieron hacia media tarde, como los nubarrones por la parte de Lérida.

La siempre vigilante ley del menor impide a los medios fotografiar a Andreetta, pero por suerte, el Fotolog que inauguró el otro día es una valiosa fuente de imágenes. Eso sí; recordamos a los viejos verdes de rigor que, a pesar de las apariencias, Andreetta está aún a 216 meses de la mayoría de edad. «No tendré problemas: tan madura, ya no me atrae en lo más mínimo», ha declarado Fernando Sánchez Dragó.

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