Yuncos - Toledo

De la Champion league a Segunda División.

La metáfora va ser recurrente en los próximos días y semanas. La decisión de la agencia de calificación de riesgo Standard & Poors de poner “bajo vigilancia con implicación negativa” el rating AAA del Reino de España ha sido un verdadero jarro de agua helada para los mercados de deuda. De pronto, el diferencial entre el bund alemán y el bono español a 10 años se ha disparado hasta los 100 puntos básicos, una cota nunca alcanzada. Supera el 4% a pesar de que cuando finalice esta semana el BCE habrá bajado más de 2% los tipos de interés en la UE.

No sólo es España. Nos acompañan en el infortunio Grecia e Irlanda,(YA TENEIS UNA EXCUSA) pero no Francia o Alemania. El motivo oficial es que la agencia de calificación norteamericana considera que la economía española se enfrenta en 2009 a “considerables desafíos”. Trevor Cullinan, analista de S&P, explicó que esperan un crecimiento muy débil y un empeoramiento de las cuentas públicas. La decisión de rebajar el rating aún no está tomada y dependerá de la información adicional que proporcione el propio gobierno, aunque algunos analistas financieros españoles se muestran sorprendidos. Especialmente si se compara la situación española con la de algunas “vacas sagradas” de la Unión Europea. Pablo Guijarro, de AFI, cree que “no parece normal que sea destinataria de la primera amenaza seria de rebaja de rating”.

La cuestión no pasaría de ser una mera anécdota si no fuera por las consecuencias que puede tener una rebaja de la calificación en estos momentos. De entrada, dificultará la obtención de financiación frente a unos países competidores que S&P deja en franca ventaja. Todas las instituciones públicas o privadas cuyo rating esté vinculado a la calificación soberana pasan a estar bajo vigilancia negativa. Es el caso del Instituto de Crédito Oficial (ICO), de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), y de otras organizaciones menos conocidas pero igual de importantes.