galgos Señora Consejera: Hace unos días leímos con incredulidad y horror que tras la reunión que mantuvo el 1 de septiembre con los representantes de los galgueros y con el señor Antonio Romero, su consejería se comprometía a impulsar institucionalmente el “deporte” galguero. Al parecer estas muestras de apoyo se concretarían en facilitar y “legalizar” el entrenamiento de galgos con vehículos a motor. Es decir, se trataría de que el SEPRONA no impidiera (como lo hace hasta la fecha) la bárbara tortura de estos animales cuando son arrastrados por vehículos 4×4 y por motocicletas hasta la extenuación. Estos supuestos expertos parecen olvidar que el galgo no necesita correr muchos kilómetros, es un animal genéticamente diseñado para cortas carreras a gran velocidad. Peor aún si lo que pretenden son bruscas aceleraciones amarrados al vehículo, con el consiguiente daño a las articulaciones, almohadillas y uñas. Asociaciones, refugios, protectoras y particulares, llevamos muchos años luchando por el bienestar de unos animales a los que en nuestra comunidad se les considera poco más que herramientas. Y cuando parece que vamos avanzando en la concienciación y en el respeto por estos animales, en el trato que merecen, su consejería, supuestamente, está tratando de potenciar una actividad que provoca cada año y tras la temporada de caza, miles de víctimas. Toda Europa ha podido contemplar horrorizada las fotos de centenares de galgos ahorcados una vez no les son ya útiles a estos "deportistas amantes de los animales". Cuando desde todos los rincones de Europa se clama por la prohibición de la caza con galgo; cuando hoy más que nunca todos los países de la Unión Europea son conscientes y se horrorizan con el trato que en España damos a nuestros galgos; cuando las asociaciones europeas, a través de las cuales los galgos huyen de nuestro país, crecen sin parar; su consejería, supuestamente, está decidida a apoyar una actividad cruel, brutal y mortal. En lugar de, y dada la supuesta ideología progresista con la que dicen comulgar, apoyar e impulsar el trabajo de quienes luchan denodadamente por los más débiles. Vamos a servirnos de la fuerza de las redes sociales en Internet (Facebook, Twitter, Tuenti, etc.) para que el mundo esté atento al trato que piensa dar a partir de ahora y en el futuro (hasta las próximas elecciones autonómicas) a los galgos la Junta de Andalucía. En todo caso, Consejera, contamos aún con la esperanza de que este supuesto impulso a la actividad galguera no sea más que una campaña publicitaria de la FAG y que el sentido común se imponga; y que la sensibilidad del partido progresista al que Vd. pertenece impulse a su consejería a poner fin de una vez a un “deporte”, que no lo es en ningún otro país de la Unión Europea salvo el nuestro |