Villatobas - Toledo

El Banco de España atribuía a las empresas públicas que dependen de la Generalitat una deuda a 31 de diciembre de 2006 de casi 1.696 millones de euros. Sin embargo, el análisis de los estados financieros y los informes de auditoría de las 19 empresas públicas, 24 entidades, 31 organismos y 33 fundaciones públicas que dependen de la Generalitat pone de relieve que las 104 entidades en cuestión acumulan un agujero financiero que supera los 5.616 millones de euros. La única fórmula para aliviar las estrecheces de las entidades públicas es, a la postre, el recurso a la deuda.

"El endeudamiento no crea riqueza a futuro, lo que se conoce como formación bruta de capital, en gran medida está financiado gasto corriente"

Un profesor de Economía Financiera de la Universidad de Valencia que fue gerente de dos empresas públicas cuando el socialista Joan Lerma era presidente de la Generalitat ha analizado los estados financieros y auditorías de las 104 entidades, empresas, organismos y fundaciones que dependen del erario público tal como se recogen en el resumen de ingresos y gastos de la cuenta general de 2006 que es accesible en la página web de la Consejería de Hacienda (www.gva.es/c_economia).

Los resultados son demoledores. "La transcripción de las cuentas anuales de cada organismo, así como de las memorias y los informes de auditoría que se han publicado arroja una clarividencia total sobre el estado de lo público y su mala gestión", sentencia el economista.

Un total de 31 informes de auditoría sobre un total de 104 presentan salvedades. El caso más llamativo corresponde a Palau de les Arts Fundació de la Generalitat Valenciana. El auditor evita emitir una opinión porque, a partir de la información disponible, comenta: "No nos es posible determinar en qué grado las subvenciones procedentes de la Generalitat han sido aplicadas a sus finalidades al cierre del ejercicio o están comprometidas a obligaciones ya reconocidas".

Es un caso extremo. Pero la acumulación de distorsiones en el resto de entidades también es tremenda. El autor del informe explica que se ha limitado a restar el pasivo circulante del activo circulante que recogen las cuentas de las 104 entidades analizadas. Para acumular, a continuación los resultados negativos pendientes de compensar del ejercicio 2006 y de otros ejercicios anteriores, las deudas de la Generalitat con todas y cada una de las entidades y las cantidades que recogen los balances correspondientes a acreedores a largo plazo (el cuadro es un resumen del conjunto).

La pléyade de entidades, empresas, organismos y fundaciones públicas tuvieron unas pérdidas conjuntas en 2006 superiores a los 550 millones de euros. El bloque arrastra unas pérdidas no compensadas de ejercicios anteriores que suman 247 millones de euros. La Generalitat valenciana adeudaba a los organismos que dependen del erario público un total de 650 millones de euros a finales de 2006. Y en conjunto, con especial relevancia en el caso de las empresas públicas, las entidades vinculadas a la Generalitat acumulaban unas deudas a largo plazo que superaban los 4.225 millones de euros.

A favor de la Generalitat apenas se cuentan los 60 millones de diferencia entre el activo circulante y el pasivo circulante que recogen los estados financieros de las entidades públicas.

La fórmula habitual para salvar la situación en el caso de las empresas públicas pasa por recurrir a ampliaciones de capital, ampliaciones que se financian a través de deuda. El instrumento reproduce una de las perversiones que atenazan desde hace años la gestión financiera de la Generalitat, que consiste en trasladar a deuda a largo plazo el cúmulo de obligaciones a corto plazo derivados del funcionamiento corriente que exceden a los ingresos previstos en los presupuestos.

Ese es el aspecto más preocupante del problema para el profesor de Economía Financiera, la ínfima repercusión social del agujero que arrastra la Generalitat a través de sus entidades porque "el endeudamiento no está creando riqueza hacia futuro, lo que se conoce como formación bruta de capital, ya que en gran medida solo está financiado gasto corriente".

Si la Generalitat se viera forzada a tapar el agujero que acumulan todas las entidades, empresas y fundaciones que ha impulsado muy mayoritariamente en los últimos años la deuda pública de los valencianos ascendería a 16.375 millones de euros, los 10.759 millones de euros que el Banco de España atribuye a la Generalitat más los 5.616 que arroja el análisis de las cuentas públicas de empresas y entidades, muy por encima de los 1.696 millones que apuntaba el banco emisor a finales de 2006.

Una sencilla división entre el último censo disponible de la Comunidad Valenciana arroja una deuda por habitante de 3.406 euros. El autor del informe recuerda, además, que muchas empresas, entidades, organismos y fundaciones "tienen objetivos fundacionales coincidentes con los objetivos de las consejerías de las que nacen, lo que revela una clara dejación de funciones del Consell: a través de encomiendas de gestión vienen a ejecutar lo que debería ser propio de la gestión normal del Gobierno".