Niño Becerra y la huelga...jodó con el adivino El profesor de Estructura Económica de la Universidad Ramón Llull, Santiago Niño Becerra, vuelve a la carga con un nuevo artículo dedicado a la huelga general. Para el economista, las manifestaciones de este tipo son "absolutamente inútiles para revertir las medidas adoptadas e invertir las medidas existentes". Niño Becerra señala que las huelgas no sirven de mucho "a no ser que su fin sea sacar adrenalina, desahogar tensiones acumuladas, eliminar energía contenida que nuestra sedentaria vida dificulta eliminar". "Gastar recursos en balde y que también reciban palos otros trabajadores: los antidisturbios, a los que también han recortado su sanidad, y su remuneración, y las escuelas de sus hijos, y a los que puede que acaben instalando un contador en el brazo a fin de pagarles en función de los porrazos que propinen. ¿Cómo se puede enfocar la lucha contra estas políticas destructoras del modelo de protección social?, de ninguna manera: es inevitable" continúa reivindicando el experto. En este sentido, el economista destaca que la situación de hoy puede parecerse a la de 1820, 1830 y 1848 puesto que "fueron consecuencia de la evolución de una situación que ya estaba en el aire: la explotación de la clase obrera ya estaba dejando de ser rentable, por lo que había que empezar a darle cosas a los currantes de a pie, aunque dentro de un orden y de forma reglamentada". Para Niño Becerra, hoy existen elementos, "y más que van a existir" para que se desarrolle una auténtica revolución social. Y es que, según el experto, los trabajadores van a perder casi todo lo ganado, es decir, "todo lo que le ha sido concedido". "Por un lado el objetivo ya no es producir cada vez más; por otro la crecientemente sofisticada, barata y fácil de usar tecnología permite, a cada día que pasa, que se necesite menos factor trabajo para producir la cantidad de aquello que sea preciso" señala el economista, al tiempo que añade que como hay un exceso de demanda de trabajo, "el precio de este está en caída libre y las condiciones laborales ya van por el sexto sótano". ¿Sirve de algo protestar? Por tanto, para el experto "tirar cuatro piedras y cortar cuatro calles no sirve porque ya no interesa dar nada a quienes no sean necesarios más allá de un mínimo de seguridad, por lo que de producirse la protesta será reprimida". Ante esto, Niño Becerra se pregunta si vale la pena protestar, al tiempo que responde que "si, pero de otras maneras, usando otras vías, utilizando otros instrumentos". "¿Huelga general?. Sinceramente, no veo la utilidad para quien la hace en un escenario de capacidad productiva ociosa, de stocks no vendidos y de excedente de población activa" sentencia el experto. |