Villasequilla - Toledo

Juanelo Turriano, el Leonardo da Vinci de Toledo, el inventor de el "Hombre de Palo" (hoy famosa y principal calle del casco de Toledo), se encargó de subir el agua del Tajo a Toledo, el rey pagó por el artilugio, pero las autonomías de la época, los Arzobispos, el clero, no pagaron, al final el artilugio sin mantenimiento fue saqueado por los chatarreros de aquellos tiempos. Le pasó lo mismo que a la depuradora de agua de Villasequilla, que desapareció del mapa sin saber por qué.

Se comprometieron a pagar una cantidad a Turriano si lograba que el invento funcionase y subiese 12.000 litros de agua al día a Toledo, logró subir 17.000 litros, a cambio le debían pagar una cantidad acordada previamente por el Rey y el Arzobispo, más una renta anual para que mantuviese el artilugio en condiciones y aportase caudal.

Lo mismo pasa con las tuberías del agua en Villasequilla, que no necesitan chatarrero para desmantelarlas, se desmantelan y revientan por si sólas.

El I+D+i funcionó, pero los políticos como siempre la cagaron, en este caso los Obispos, que gastaban más en perseguir brujas, que en intentar que Toledo tuviese agua.

Los SIMPA y la dejadez política son costumbres de toda la vida en la tierra de los bolos.

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