CULTURA POPULAR(Coplas verdes) Las mocitas de hoy en día son como las avellanas, partes una, partes dos, y toditas salen vanas. ¿Te acuerdas cuando me dabas la lumbre por la gatera, y al enterarse tu madre, de rabia mató a la perra? Una vez que te “quisí” y tu madre lo “supió” de tanto que te “dijí” por pocas me “escuartizó” Mariquilla, Mariquilla, ya se lo diré a tu madre: que en un día te has ganado cinco mil quinientos riales. Me han dicho que tienes,tienes, que tienes un olivar: el olivar que tu tienes es que te quieres casar. Todas las mujeres tienen un ombligo con piñote, y un poquito más abajo un soldado con bigote. A la entrada de Villaseca, lo primero que se ve, son las ventanas abiertas y las casas sin barrer. Salió a tomar el sereno cierta noche una morena y como era ya muy tarde la tomó el sereno a ella Si quieres saber como es la figura del demonio, ve a mi suegra en el corral con un cascabel al moño. ¡Ay madre, que me lo han roto! ¡Hija no me digas qué! El cantarillo en la fuente... ¿pues qué se creía usted? Debajo de las enaguas tienes un conejo vivo; yo tengo una escopetilla, déjame tirarle un tiro. La mujer y la guitarra son distintos instrumentos, uno se toca por fuera y otro se toca por dentro. Toda la noche me tienes de pechos en la ventana, y no eres para decirme: toma una tetilla y mama En tu puerta planté un pino y en tu ventana un clavel, y en tu balcón una alborga; ¡adiós que te vaya bien! Ayer pasé por tu puerta; sin querer, metí el hocico, y tu padre me dio un palo pensando que era un borrico. Una vieja se echó un pedo a la sombra de una higuera, y los higuillos bailaban al son de la pedorrera. Una vieja muy revieja, se lo miraba y decía: ¡Qué lástima de candil, que le falta la torcía! Las muchachas de mi pueblo se han comprado una romana, para pesarse las te tas, tres veces a la semana. En tu puerta me cagué pensando que me querías; y ahora, que no me quieres, ¡dame la mierda, que es mía! Yo tiré un limón rulando y en tu puerta se paró hasta los limones saben que nos queremos tu y yo. Más arriba del ombligo, sé que tienes una peca, y un poquito más abajo San Juan con la boca abierta. En la puerta de la Iglesia hay un puchero con miel; no se lo digas a nadie y mojarás tu también. En la puerta de la Filo hay un pájaro pintado, Que lo pintó el Aquilino Con la punta del...cigarro. En tu puerta planté un pino y en tu ventana un clavel, y en tu cabecera un cuerno; ¡ráscate el culo con él! Asómate a la ventana, cara de sardina frita, que cada vez que te veo, se me revuelven las tripas. Una vieja se comió una cuba de sardinas, y toda la noche estuvo sacando del culo espinas. Soy de la opinión del cuco, pájaro que nunca anida, pone el huevo en nido ajeno y otro pájaro lo cría. Aunque me des treinta reales, no voy contigo al cañar, porque tienes sabañones y me los quieres pegar. Si te casas en aldea, serás mujer de fortunas: irás por agua a la fuente a caballo en una burra. Me han dicho que no me quieres porque no tengo que dar cásate con el reloj que todas las horas da. Si tu casa ves arder, y en tu culo un avispero, y a tu mujer con un fraile, ¿dónde acudirás primero? La culpa fue de la madre, por dejar la puerta abierta, mía por entrar adentro, tuya, por estarte quieta. No hay duda de que tu padre fue confitero, y te hizo los labios de caramelo Arriba cachipurriana que se te enfría el tomate y el gato por la ventana se te come el chocolate Las muchachas de agora, visten de un modo, que aunque no enseñan nada, lo marcan todo. Porque me digas que no, chavala, yo no me enojo, que un conejo como el tuyo en cualquier monte lo cojo. Cada vez que te veo las sayas rotas, se me sube el pestillo de las pelotas.
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