Villarrubia de Santiago - Toledo

LOS CAZADORES ESTAN DE ENHORABUENA SU DEPORTE FOVORITO HA COMENZADO ¿ES LA CAZA UN DEPORTE? SE LO PREGUNTAREMOS AL SEÑOR ALCALDE...

Hoy da comienzo la temporada general de caza 2010-2011 en Castilla-La Mancha, tanto en caza menor como en caza mayor, por lo que el consejero de Agricultura y Medio Ambiente, José Luis Martínez Guijarro, ha realizado un llamamiento a la colaboración de los cazadores que desarrollan esta actividad en la región, en una temporada que se presenta con buenas expectativas.

Esta temporada se alargará hasta el próximo día 8 de febrero de 2011, para las especies de caza menor y hasta el 21 de febrero en el caso del ciervo, gamo, jabalí, muflón y arruí. Para la especie Cabra montés, su periodo comprende desde el 15 de noviembre de 2010 hasta el 15 de enero de 2011 y para rececho de corzo, desde el 1 de abril hasta el 31 de julio de 2011.

En Castilla la Mancha se puede cazar una amplia variedad de especies tanto en caza mayor como en caza menor. Desde la modalidad de montería, en la que podemos cazar ciervos, jabalíes y gamos, pasando por los recechos de corzo, ojeos de perdices rojas, caza en mano de conejos y la liebres, en puestos fijos de tórtolas y palomas, etc.

Como explicó el consejero, la situación de la caza menor en la actualidad es significativamente buena en cuanto al conejo pues la cría se ha dado bien y algo más preocupante a la perdiz roja por las condiciones climatológicas durante la época de reproducción y también por pérdida de hábitat, sobreexplotación y sueltas de perdices no controladas que afectan a su estado sanitario y a su calidad genética.

En base a esto, desde la Consejería se va a iniciar un estudio, en colaboración con FEDENCA y con la Fundación Biodiversidad, para ver la situación genética y sanitaria de nuestras perdices en la provincia de Toledo en primera instancia, que luego se ampliará al resto de la región.

Respecto a las especies cinegéticas de caza mayor, las poblaciones de ciervo (especie más abundante en la región) han sufrido expansiones más o menos reducidas, especialmente en Toledo y Ciudad Real, y las poblaciones de corzo una cierta retracción.

En este sentido, el consejero ha realizado un llamamiento a todos los amantes de la caza para que disfruten del ejercicio de la misma con el máximo respeto para el resto de los cazadores y los recursos y especies silvestres que habitan el medio natural de la región. “Queremos fomentar esta actividad como un ordenado aprovechamiento de los recursos cinegéticos de forma compatible con la conservación de la naturaleza”, manifestó.

Primera región cinegética. Castilla-La Mancha es la primera región a nivel nacional cinegéticamente hablando, tanto en especies de caza menor como mayor “y ello es fruto del buen hacer de nuestros gestores cinegéticos que han sabido interpretar que la caza y la conservación de la naturaleza no están reñidas” apuntó.

En Castilla-La Mancha, la superficie destinada a la actividad cinegética supera los 7 millones de hectáreas, el 91,23 por ciento de la superficie regional. En la actualidad contamos con unos 6.000 cotos y tenemos en vigor cerca de 200.000 licencias de caza expedidas.

Pero además, como apuntó Martínez Guijarro, la actividad cinegética tiene una gran importancia en Castilla-La Mancha no limitándose al mero carácter deportivo o de ocio, sino porque genera actividad empresarial y tiene una enorme influencia en la socioeconomía castellano-manchega, especialmente en el mundo rural de la región.

Sólo algún "pero" a ese "deporte" llamado caza.

Un equipo con participación de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha alertado de la “seria amenaza” para humanos y fauna salvaje que supone el empleo de municiones de plomo para la caza. En un artículo publicado en la revista Enviromental Science and Technology, los científicos advierten de que, aunque diversos países han prohibido el uso del plomo en pinturas o combustibles, este metal sigue poniendo en peligro a especies salvajes, algunas ya seriamente amenazadas, que ingieren perdigones utilizados por los cazadores. La contaminación puede afectar también, a través del consumo de carne de caza, a la salud humana.

Basándose en estudios previos y en observaciones de especies amenazadas, el equipo formado por José Antonio Donázar y Fernando Hiraldo, de la Estación Biológica de Doñana (CSIC), y por Sergio Lambertucci, de la Universidad Nacional del Comahue en Bariloche (Argentina), destaca que esta fuente de contaminación se expande a regiones geográficamente muy alejadas, ya que la carne de caza tiene una alta demanda en los mercados de exportación. Sólo en Europa, los cazadores disparan anualmente más de 40.000 toneladas de municiones, la mayoría fabricadas en plomo.

Anualmente, recuerdan los investigadores, son vendidas en los mercados europeos dos millones de liebres de la Patagonia argentina cazadas con perdigones de plomo. Entre sus principales consumidores, destacan países como Alemania, Holanda, Bélgica, Italia, Francia y Suiza. Una situación similar se repite en la caza mayor de ciervos o jabalíes, animales que también son cazados con proyectiles de plomo y cuya carne es objeto de un mercado importante. Según un estudio previo, el consumo de carne de caza aumenta los niveles de plomo en sangre, especialmente en los niños.

Los científicos proponen la puesta en marcha por parte de la Unión Europea de normativas que aseguren la no comercialización de carne de caza susceptible de estar contaminada. “Lo que pedimos es que se dé un paso más allá y que se establezcan regulaciones precisas para la carne de caza, ya que una sustancia extremadamente tóxica como el plomo está presente en las cadenas de consumo”, destaca Donázar.

Regular la carne de caza

Aunque la carne proveniente de la ganadería está sujeta a fuertes regulaciones para impedir la presencia de sustancias tóxicas, no ocurre lo mismo con las piezas que provienen de la actividad cinegética, como consecuencia, en parte, de una convención cultural. Una serie de medidas específicas promoverían, por tanto, la necesidad de utilizar municiones alternativas, fabricadas con materiales no tóxicos.

“En varios países de la Unión Europea está regulada la utilización de municiones de plomo en los pantanos, para evitar la muerte de aves acuáticas, pero no se han puesto en marcha similares restricciones en ecosistemas terrestres, donde las aves carroñeras, algunas de ellas en serio peligro de extinción, obtienen buena parte de su alimento”, señalan los investigadores, que piden que se evalúe seriamente el origen y la cantidad de carne de caza consumida en cada país.

como se nota que no somos cazadores,que mañana tienen un dia duro y seguro lo sera las predicciones son de lluvia,
francamente creo que pegarle un tiro a una perdiz es cualquier cosa menos deporte,
los galgueros bueno,auque el que corre tras la liebre es el galgo,que ellos la mayoria ya van a caballo,

YO NUNCA E CONSIDERAO QUE LA CAZA SEA UN DEPORTE..

PERO BUENO, CADA UNO QUE PIENSE A SU MANERA..