Villarrubia de Santiago - Toledo

Del salón en el ángulo oscuro,
de su dueña tal vez olvidada,
silenciosa y cubierta de polvo,
veíase el arpa.
¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas,
como el pájaro duerme en las ramas,
esperando la mano de nieve
que sabe arrancarlas!
¡Ay!, pensé; ¡cuántas veces el genio
así duerme en el fondo del alma,
y una voz como Lázaro espera
que le diga «Levántate y anda»!


Cuando vuelvo mis ojos, a los años de mocedad, de un pasado muy reciente, y nuevamente leo las Rimas de Gustavo Adolfo Bécquer, añoro la pérdida de la grandeza y sensibilidad de nuestro tiempo actual. Al leerlos nuevamente, viajo a través del tiempo, vivo el momento de mi primer amor, y escucho aquella música de los 60's de los Brincos, Fórmula V... En fin el momento mágico del Romanticismo en todo su esplendor. Gracias por la oportunidad de poder disfrutar como el buen vino el poder saborear tan espléndida literatura


aqui empezamos muchos a saborear las delicias de escribir nuestros primeros poemas de amor a esa chica de las trenzas largas que siempre predura en nuestra memoria

Carne, celeste carne de mujer! Arcilla
-dijo Hugo-, ambrosía más bien, ¡oh maravilla!,
la vida se soporta,
tan doliente y tan corta,
solamente por eso:
¡roce, mordisco o beso
en ese pan divino
para el cual nuestra sangre es nuestro vino!
En ella está la lira,
en ella está la rosa,
en ella está la ciencia armoniosa,
en ella se respira
el perfume vital de toda cosa.



Ruben Dario siguio por recovecos impensables los amores mas ornamentados que apostamos en esas tardes de primaveras risueñas sin saber lo que queriamos i mucho menos a donde ir ,pero esa mano firme nos llevaba por caminos de luces destelleantes y por esas luces nos deslumbramos en esos años de despertar al mundo del deseo