Valmojado - Toledo

Mariano, tarde y mal. Te has mantenido distante a la vista de todo lo que estaba pasando en este país, sin mover un musculo cual esfinge de piedra, y has defendido a ultranza que en este país, en esta nuestra España, la corrupción era mínima.
Y ahora, cuando el deposito se ha desbordado y ya no hay quien recoja el valioso líquido que está perdiendo sales a la palestra del Senado con toda tu cara dura a pedir perdón. A intentar aplacar con unas cuantas palabras y cara de circunstancias a un pueblo desesperado porque no llega a fin de mes, porque está comido a impuestos que tu no ibas a subir, que ve cada día como se le reducen los mínimos servicios sociales, y que por contra ve, a una clase privilegiada que se está enriqueciendo a su costa sin el más mínimo pudor, amparándose en la callada de todo el resto de esa clase que tapa lo que puede para que se tape a su vez cuando lo hagan ellos.
Tarde Mariano, tarde. Este pueblo español es muy paciente y lo ha estado demostrando a lo largo de siglos de historia, pero cuando se cabrea y toma el camino de en medio, tiene una muy difícil vuelta atrás.
Y estamos empezando a cabrearnos mucho mas de lo que a ti te pueda parecer, y por eso os estamos empezando a dar la espalda tanto a vosotros como a la oposición que tampoco puede vanagloriarse de tener derecho a lanzar la primera piedra. Y por eso este sufrido pueblo está desesperadamente buscando otras alternativas que tu, el partido que te mantiene en la presidencia, y vuestra leal oposición conocéis perfectamente.
No soy quien para aconsejar, y mucho menos a personajes tan capacitados, pero mucho que temo que la nave se encuentra a punto de naufragar porque le está entrando mas agua de la que puede permitirse y a pesar de que ahora, deis golpes de timón para salvarla y salvaros vosotros con ella, ya es tarde, pero que muy tarde.
Vosotros mismos os habéis cavado vuestra propia fosa.