El Señorío de Illescas - Toledo

Había una vez un hermoso príncipe que le preguntó a la bella Princesa :
- Te quieres casar conmigo?

- Y ella le respondió...:

- NO!!!

Y el Príncipe vivió feliz por muchos años. Yendo a pescar, a cazar y al bar todos los días con sus amigos. Y tomaba mucha cerveza, vino y cava, se ponía hasta las orejas de copas cuantas veces quería. Jugaba al golf y comía caviar porque le alcanzaba la pasta para eso y mucho más. Dejaba la ropa tirada en la silla del comedor y se tiraba a mujeres de la noche y vecinas y amigas y.... No tenía que competir con vecinos y amigos por el mejor coche, el mejor lugar de vacaciones, etc...

Y se tiraba pedos a mansalva y meaba salpicando la tapa del inodoro y con la puerta del baño abierta. Cagaba leyendo sin límite de tiempo y cantaba eructando y se rascaba los güevos. Escuchaba a Elvis a pleno volumen y veía fútbol todo el fin de semana... y no le tocaban las pelotas!!!!.

FIN

- Joer, se man saltao las lágrimas.

muy bueno

Había una vez una princesa a la que la dijo un príncipe ¿te quieres casar conmigo? y dijo NO!!!!

Y la princesa salía cuando quería de compras con la visa oro que la había dado el príncipe, no tenía que cocinar para escuchar que buena está la comida de mi madre,ni lipiar castillos que posteriormente con el resto de sus colegas, convertían en tabernas de chatos y cartas, ni recoger calzoncillos con zurraspas al pié de la cama ni calcetines mal olientes que siempre falta alguno, ni su "regla" una vez al mes, ni los dolores de "cabeza", con el pretexto de que hoy he trabajado mucho, ni tener que aguantar en los momentos mas tiernos uy!! es que me he ido... ni bajar la tapa el WC, ni aguantar que hablen con la tele plasma cuando hay partido fútbol, mientras tú le haces entender que no le escuchan, ni recoger sus lecturas culturales tales como el AS o el MARCA, o escuchar decirles lo bien que se lo pasan con sus lacayos en el bareto la esquina rodeados de cortesanas.

Salía de marchuqui con sus amiguitas a vacilar a todo tío viviente, no tenía que aguantar caretos de su principito cuando se vestía sexy, ni acudir a cenas de navidad ni eventos especiales con la familia política y aguantar la jeta de suegr@s, cuañd@s y sobrinitos encantadores, para luego llegar a palacio y escuchar lo encantadora que es su prole y lo mala malísima que son tus antecesores.

A mí también me encantan los cuentos, pero hace mucho que dejé de creer en los príncipes, tanto que ni me acuerdo.

-Jejeje SOLITA, esa historia me suena a mi pero al revés..

No me jorobes que estuviste con una princesa así......no sabes elegir...

jajajaja....es princesita mola!!!!jajajajaja..........