Torrijos - Toledo

Don tancredo, ése que lo mismo le da que el toro venga de frente que por detrás porque él está metido en el burladero, nunca mejor dicho, de la Moncloa, nos ha mostrado una vez más el gran cobarde que es al esconderse debajo de la cama en vez de dar la cara con los sucesos de Ceuta.

Sabíamos que es un cobarde, pero no era posible llegar a imaginar que lo fuera tanto. Nunca da la cara. Prefiere ocultarse. Cierra filas con sus amigotes. Fernández Díaz y Fernández Mesa lo son. Su frialdad para acercarse a la realidad es conocida. Él no es más que un evidente tramposo. ¿Cómo pensar por un momento que un tiparraco como el presidente aprobaría que se investigara en el Congreso de los Diputados el drama de los inmigrantes?

Alfonso Merlos ha dicho: "Los africanos no mueren aterrorizados. Se ahogan solos". Arcadi Espada, columnista de El Mundo: "¿Pero balas de goma, hombre, hombre? ¡Qué menos! Dispararle balas a un negro que insiste es casi una untuosa ceremoniosidad de poeta". En fin, presidente que no hay para tanto, que sólo eran negros y transcurrido el tiempo, la gente se olvidará de lo sucedido en aguas españolas, muy cercanas a Ceuta.

Saludos.