Torrijos - Toledo

Lo que no ha hecho en absoluto Mariano Rajoy Brey respecto a la monumental corrupción que hay en su partido –que viene de lejos y salpica a muchos-, sí lo ha hecho el ciudadano papa, Jorge Mario Bergoglio, más conocido por el nombre de Francisco. El sencillo y sensato Francisco ha dado una lección de ética no sólo verbal, sino auténtica. El papa ordenó hace pocos días "investigar el Banco del Vaticano".

Jamás ha hecho algo similar Rajoy Brey. El presidente del Gobierno de España se acoge siempre al silencio y procura mirar hacia otro lado, tras lavarse las manos como Poncio Pilatos. El papa actual ha exigido además que el IOR [Instituto para las Obras de Religión, lo que no deja de ser una denominación sarcástica] se rija a partir de ahora por "los principios del Evangelio". Bastaría que el PP se rigiera por la honradez más estricta para convertirse, al menos, en un partido respetable.

En el Banco del Vaticano se han cocido, a lo largo de muchísimos años, múltiples escándalos financieros y económicos. El nivel de corrupción en torno al Vaticano se arrastra desde que fuera fundado, en 1942, el IOR siendo papa Pío XII. Lo sufrió el papa Pablo VI. El efímero Juan Pablo I murió de forma sospechosa tras haber leído la realidad de las finanzas del Vaticano. Francisco parece dispuesto, de modo nítido y valeroso, a limpiar el Banco Vaticano, nido de aves de rapiña que recuerdan a los mercaderes del templo.

Francisco avanza pues por el único sendero desde el cual puede ser seguido por millones de personas, católicas o no católicas, creyentes o no creyentes. La corrupción debe ser combatida de modo contundente. La iniciativa de Francisco es espectacular porque va al fondo del problema, caiga quien caiga. Es su actuación encomiable. Desmontar el IOR porque estaba al servicio no de los pobres, sino de los que se han forrado ilícitamente, supone un giro copernicano inspirado por la cúpula de la jerarquía católica.

Nada de esto ha puesto en marcha Rajoy Brey, sabiendo que el caso Gürtel surgió en Génova 13. La oscuridad proyectada deliberadamente por el PP, con Rajoy Brey a la cabeza, ha sido drástica y farisaica. No ha movido ficha alguna para limpiar a su partido. Se ha escondido o ha callado. Francisco es un hombre pobre. Rajoy Brey, en cambio, es un pobre hombre, atrapado por su falta de coraje y su escasa sensibilidad democrática.

Saludos.