Torrijos - Toledo

Parece que los populares intentan ahora cobijarse en un supuesto contubernio entre el PSOE y El País, cuyo objetivo es, según dicen, desacreditar al Partido Popular. Pero ese descrédito no llega a Génova 13 y a La Moncloa vía confabulación externa alguna. Hace ya mucho tiempo -demasiado tiempo- que Mariano Rajoy Brey no ha hecho nada, literalmente nada, para combatir el desprestigio, cada día mayor, que suponen el caso gürtel y el específico caso Bárcenas, que empezó mucho antes de sus famosos papeles y sus fortunas multimillonarias en Suiza.
Ni la trama Gürtel ni el asunto Bárcenas han estallado un día de éstos o durante un mes cercano del año en curso. Se conocieron estos asuntos de presumible corrupción, hace más de cinco años y, que se sepa, no se ha tomado ninguna medida para contribuir a buscar o detectar a los responsables de numerosos delitos y a sus cómplices.

La imagen que proyecta el PP es la del oscurantismo, aunque en la actualidad se haya sacado de la manga la ley de la transparencia, que no deja de ser más que un absurdo homenaje al cinismo. ¿Por qué Rajoy no ha limpiado primero los interiores de su partido, que huelen a corrupción creciente? ¿Por qué se niega a romper su mutismo? ¿Por qué no ha dado ni una sola explicación de los probables delitos, vinculados a gürtel/Bárcenas que se amontonan en Génova 13 y en el palacio de la Moncloa?

La imagen de esta penosa situación por la que atraviesa el PP, que es el campeón de la liga de los corruptos, evoca chantajes y negociaciones ilegales que puedan salvar al conjunto del partido y, como es obvio, a sus máximos dirigentes. Aquellos balbuceos y contradicciones de Cospedal sobre si continuaba o no Bárcenas ejerciendo sus tareas de tesorero y si se le había pagado o no, y cuánto, confirmaron que había en todo este asunto gato encerrado y muy escasa agua clara.

En cualquier otro país de democracia bien arraigada, cuyo presidente del Gobierno estuviera metido, aunque de rebote, en procesos judiciales tan graves como los que sacuden al PP desde hace años, ese presidente ya se hubiera visto obligado a dimitir y marcharse a casa. Y no a rastrear conjuras contra él y su partido. El descrédito, don Mariano, ya no se lo quita nadie. Se lo ha impuesto usted a si mismo.

Saludos.

Aqui en nuestro querido pais,para unos al parecer segun
ellos mas querido que para otros,si lo digo por los
salvapatrias de turno que dicen querer mucho a España
pero por detras o en B se lo llevan calentito a otros
paises,en fin ajoderse toca,al asunto de dimitir.....,
Aqui hay poca o nula verguenza profesional en la mayoria
de los dirigentes,dimitir no entra dentro de su dia a dia
en cualquier pais y alguno por una simple multa de trafico
ha dimitido,pero amigo España es España y aqui no dimite
ni el tato,aqui a cojer lo que se pueda y el que venga detras
ya sabe,arto de estos atajo de inutiles e inmorales
saludos

Ese memo está escondido a ver si escampa la que está cayendo. Un año y pico sin hacer nada, salvo quejarse de la herencia que tanto ansiaba y empeorar más las cosas.

Así se ve al PP cuando el viento viene de frente.